LÍNEA EDITORIAL
Quemar iglesias, arrasar las libertades
Las legítimas opiniones de cada cual deben expresarse pacíficamente mediante el voto, y no bajo las presiones de la fuerza o del terror
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Actualizado 18:21
La Conferencia Episcopal Española ha enviado una carta a la Iglesia chilena para manifestar su fraternidad y cercanía en estos momentos difíciles, a causa de los brotes de violencia de los que han sido objeto algunas iglesias de la capital.
Los radicales violentos de ultraizquierda han aprovechado una ola de protestas callejeras en la conmemoración del denominado “estallido social”, para saquear, realizar pintadas en el interior, e incendiar por completo dos templos. Las imágenes de esas iglesias en llamas han dado la vuelta al mundo y la condena ha sido prácticamente unánime.
El anhelo de justicia social no tiene nada que ver con esta violencia llena de odio. Como ha señalado el Presidente de la Conferencia Episcopal Chilena, Santiago Silva, este es un momento especialmente delicado para Chile, a unos días de la celebración de un plebiscito sobre la nueva Constitución. Las legítimas opiniones de cada cual deben expresarse pacíficamente mediante el voto, y no bajo las presiones de la fuerza o del terror.
Quemar iglesias es una expresión de brutalidad bien conocida. Nada bueno puede construirse sobre los cimientos del odio. Es importante que la sociedad chilena tenga el coraje de repudiar sin fisuras esta violencia que ahora afecta a la Iglesia católica, una realidad entretejida con la sociedad chilena, pero que amenaza con arrasar la concordia y las libertades de toda una nación.
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