El próximo domingo se celebrará la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia. Cuatro son los candidatos con mayor apoyo en las encuestas: Gustavo Petro, el líder de la izquierda, Federico Gutiérrez, el candidato de la derecha, Sergio Fajardo, del centro, y Rodolfo Hernández, conocido como el "Trump" colombiano. Los cuatro proceden de la política municipal y han sido alcaldes de grandes ciudades colombianas, pero solo dos de ellos irán a la segunda vuelta.

Petro es líder de una fuerza política relativamente nueva, Colombia Humana. Gutiérrez ha llegado al liderazgo de la derecha después de una competición interna. Fajardo es el hombre de la conciliación, con un programa de reformas sociales alejado de la vieja política. Todos ellos buscan distanciarse de la herencia de Duque, aunque la derecha es, sin duda, quien más difícil lo tiene. La campaña electoral ha polarizado todavía más a una sociedad ya muy tensionada. Petro no ha dudado en airear el fantasma del fraude electoral al tiempo que ha denunciado un complot para acabar con su vida. La derecha, por su parte, no deja de denunciar los riesgos institucionales que supondría para la democracia colombiana el triunfo de Petro. Esto, en un país, en el que el narcotráfico golpea con fuerza y en el que los atentados terroristas han sembrado el caos en los últimos meses. Entre tanta polarización política y antes de que los partidos políticos tradicionales se hundan sin recambio, quizás la vida política colombiana pudiera alumbrar un tercero en discordia que gobernara más allá de los esquemas.