La CEE ha llevado a cabo una campaña innovadora al invitar a un heterogéneo grupo de personas, varias sin ningún tipo de vínculo con la Iglesia, a subirse a un autobús para conocer de primera mano la labor de diversas entidades católicas con personas presas, sin hogar y discapacitadas, con mujeres maltratadas, con ancianos que viven en soledad en pueblos despoblados… Tras el viaje transmiten su asombro por una realidad que ni siquiera imaginaban. Es una sorpresa por el ‘qué’, pero también por el cómo, por la alegría, el cariño y la cercanía que ponen miles de personas al dar cada día lo mejor de sí a tantos que lo necesitan.

A punto de iniciarse la campaña de la renta, esta iniciativa ofrece un argumento más a quienes todavía dudan a la hora de realizar un gesto que no cuesta nada al contribuyente y aporta un gran beneficio a la sociedad. Pero también es importante el efecto de la campaña en quienes ya marcan la X. Esa mirada con ojos nuevos y libre de prejuicios es también un acicate para todas las personas que se consideran católicas y sobre las que, inevitablemente, se cierne siempre el peligro de la rutina. Al inicio de la Semana Santa, cuando los cristianos celebran los misterios centrales de la fe, esa mirada consiste en recuperar el asombro que experimentaron los seguidores de Jesús y que cambió para siempre el curso de la historia. Es ahí donde se encuentra la explicación a toda esa impresionante labor que muestra la campaña X Tantos. Labor impresionante por todo lo que se hace, pero más todavía por cómo y por qué se hace.