Al finalizar el rezo del Ángelus, el Papa Francisco ha mostrado una vez más este domingo su cercanía a los venezolanos y ha hecho de nuevo una llamada para que se ponga fin a la larga crisis que sufre el país. El Papa ha pedido oraciones para que el Señor inspire e ilumine a las partes involucradas, de modo que pueda llegar, cuanto antes, a un acuerdo que ponga fin al sufrimiento de la gente, por el bien del país y de toda la región. Como recordó precisamente en el  discurso al Cuerpo Diplomático este mismo año, urge encontrar vías institucionales y pacíficas para solucionar la crisis política, social y económica que están padeciendo.

La situación de Venezuela es insostenible. Los obispos venezolanos han vuelto a poner sobre la mesa asuntos de extrema gravedad, como que los hospitales carecen de personal, suministros, medicamentos y electricidad para mantener los equipos en funcionamiento. Maduro ha dado muestras reiteradas de ser incapaz de gestionar una crisis que le supera y de la que, en buena parte, es además responsable. Los obispos han sido muy claros en la necesaria y reiterada denuncia contra el Gobierno, y esta misma semana lo han vuelto a hacer. En la apertura de su Asamblea Plenaria, han alzado la voz de la denuncia, al tiempo que, como ha hecho el Papa este domingo, han animado a los venezolanos a mantener viva la esperanza ante las dificultades, conscientes de que cualquier cambio importante cuesta; que se trata de una ardua lucha entre el bien y el mal y, ante la que sin dudarlo ni un momento, la Iglesia ha estado y va a seguir estando del lado del pueblo de Venezuela.