La encuesta de intención de voto publicada por el diario ABC es un  indicador de la sensibilidad de los potenciales votantes cuando van a cumplirse dos meses de las elecciones generales. La preferencia por las opciones más al centro, que restan peso a Podemos y a Vox, aumenta. Ya en las elecciones autonómicas y municipales vimos una inclinación a corregir el apoyo a los partidos que se situaban en los extremos, y esa tendencia ahora aumenta.

Parte de los votantes de Vox no se muestran dispuestos a repetir, seguramente porque su voto fue un voto de castigo al PP, y ahora no se advierte con tanta claridad que esa opción sea conveniente. Algo similar sucede con la tendencia al descenso del apoyo a Podemos, porque los votantes de izquierda perciben más útil el voto al PSOE, lo que induce a excluir las políticas menos moderadas. Es una cuestión a tener muy en cuenta en este momento en el que Podemos negocia con los socialistas una investidura. 

La encuesta de ABC recoge un ascenso claro de PSOE y PP, pero en cualquier caso  el Congreso fragmentado, como viene sucediendo desde 2015, lo que seguiría haciendo necesarios los pactos. Los votantes se sitúan mayoritariamente en opciones de centro y reclaman acuerdos entre los partidos.