Entre sonrisas, clientes y chucherías, nos espera Marcelo, el dueño de la emblemática tienda de la estación de Aluche. Son las ocho de la mañana, apenas llevan dos horas abiertos, pero ya están agotadas sus famosas palmeras.

Entre tanto cliente aparece Antonio, un vecino del barrio que lleva cerca de 20 años comprando en esa tienda: “Marcelo forma parte del barrio. No es como un centro comercial que todo es más impersonal. Y no solo soy yo, mucha gente le aprecia y le tiene cariño porque lo merece”. Y no le falta razón. En unos pocos minutos aprecias la relación cercana de Marcelo con sus clientes.

Sin embargo, estos últimos supervivientes del metro tienen los días contados. Metro de Madrid sacará en 2019 a concurso público cada uno de los locales. Y aunque por contrato está estipulado el cierre de estos locales el 31 de diciembre de 2018 (apenas quedan una decena de los más de 100 que llegó a hospedar las instalaciones del suburbano), Marcelo cree que no se ha cumplido dicho texto en ningún momento. Sobre todo, porque en varias ocasiones la tienda no ha estado operativa por obras impuestas por Metro.

Marcelo demanda comprensión y, sobre todo, amor hacia 60 personas que están destinadas a acabar en el paro dentro de dos meses: “En el corazón y en el alma hay que tener un poquito de amor hacia las personas. Sino lo tienes, te surge el rencor y hay que soltarlo y dar amor”.

Desde que pones un pie en 'El Pipón' hasta que sales, te contagias del espíritu de Marcelo. Un hombre que lucha por él, por su espíritu, pero, sobre todo, por su familia. Aunque vive un momento anímico “muy malo”, no quiere resignarse a abandonar el lugar que almacena recuerdos y momentos de más de 30 años.