Caerse está permitido. Levantarse es obligatorio. Este podría ser el lema de todos aquellos que se presentan a una oposición. También el de Julián, una de las 28.714 personas que este sábado a optar a una de las 10.634 plazas de Formación Sanitaria Especializada que convoca el Ministerio de Sanidad.

En concreto, Julián opta a uno de los más de 8 mil puestos MIR (Médico Interno Residente) después de un largo año de estudio y de otros 6 en la universidad.

Durante cuatro horas y media, este joven se enfrentará este sábado a las más de 200 preguntas que, en parte, definirán su futuro laboral. Sin embargo, para él, esta experiencia no es nueva. El año pasado, ya se presentó al examen MIR, sin embargo, el resultado no fue el esperado

“Iba muy convencido de que había hecho una buena preparación. Mis resultados previos habían sido buenos. Sin embargo, no saqué la nota que esperaba”. Julián tuvo que enfrentarse al fracaso.“Yo no estaba preparado para el fracaso. Siempre es difícil, pero realmente con el tiempo lo ves en perspectiva y te das cuenta de que es un examen difícil y de que intervienen muchos factores”, explica.

Esa experiencia asegura que le ha venido bien y este año está convencido de que podrá lograr su objetivo que es obtener una plaza en Madrid, principalmente de traumatología, pero no descarta otras. “También me gusta mucho la cirugía general o la urología”, dice.

Preparase para este reto del examen MIR no es algo sencillo. Un año de preparación –en su caso dos- implican tener que dejar de lado el ocio y muchas relaciones sociales. Julián, además, ha tenido que superar un accidente. "Me rompí la pierna en verano y he tenido varias operaciones, con lo que todo ello conlleva".

A todo ello, hay que unirle la pandemia. Un positivo a última hora puede arruinar todo ese trabajo porque no se repite el examen. “He tenido que alejarme de mis padres, de mis amigos… ya no es solo el miedo de contagiarme y perderme el examen, es también el riesgo de perder una o dos semanas de estudio por la enfermedad”, explica.

Las medidas en el examen son básicas. Mascarilla, distancia de seguridad y acceso escalonado. Sin embargo, los preparadores llevan meses advirtiendo a los alumnos. Fernando de Teresa, de la Academia CTO asegura que “al ser un examen nacional, no hay posibilidad de repetición”, aunque lamenta que las autoridades no hayan previsto un protocolo para esos casos, porque “la frustración en los alumnos es tremenda”. De hecho, acudir siendo positivo a la prueba conlleva una importante sanción.

EL DESCANSO, CLAVE

Los preparadores aconsejan descanso. “Toque de queda de libros desde las 2 de la tarde ese día”, explica de Teresa. “El trabajo ya está hecho y tanto ellos como los familiares y amigos deben mostrar la admiración, sea cual sea el resultado”.

Más de 8 mil licenciados en medicina se juegan una de las 10 mil plazas ofertadas. Un incremento de récord que supone que, prácticamente, 2 de cada 3 esté en disposición de coger una plaza de formación durante los próximos 4 años.