Puede que en un futuro no muy lejano toda la ropa que tengamos en nuestros armarios sea alquilada. O, al menos, un porcentaje bastante elevado. La realidad responde a una tendencia que viene imponiéndose, una vez más, desde Estados Unidos y que, además, crece a pasos agigantados en el continente asiático. Una propuesta interesante, entre otras cosas, porque se plantea como una herramienta para hacer más sostenible el segundo sector más contaminante del mundo, el de la moda, sólo por detrás de la industria petrolífera.

María José González y Sheila Moya son las dos emprendedoras que han puesto en marcha Pislow, la plataforma española de 'fashion renting', o dicho en español, de alquiler de ropa. "No todas las prendas que usamos es necesario comprarlas. No somos una alternativa a la compra, queremos ser la nueva compra, promoviendo una nueva forma de consumir más innovadora, reduciendo residuos, reutilizando recursos, más circular y más sostenible. En definitiva, que mejore la compra actual y que ofrezca más opciones al lifestyle de nuestro usuario, dentro de un marco donde la ética y la moda vayan de la mano”, destaca María José.

¿Cómo funciona la plataforma?

Pislow ofrece la suscripción a una ‘fashion box’ que permite al público femenino disfrutar de las prendas durante un mes para después devolverlas. Después de cada servicio, se lavan, se reparan si hay algún desperfecto y se vuelven a poner en el mercado. De esta forma, se alarga la vida útil de la ropa.

El 'fashion renting' alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU

La propuesta de Pislow impacta, además, directamente sobre los objetivos 9, 12 y 13 aprobados por la ONU en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y que tiene que ver con la producción y el desarrollo responsable y con la acción por el clima.