El trabajo de los historiadores y expertos consigue acercarnos cada día un poco más a nuestra historia, ya sea antigua o incluso la más reciente. Uno de esos ejemplos es la vida del dictador español, Francisco Franco, del quien cada vez se conocen nuevos episodios y capítulos nuevos, sobre su vida y sobre su trabajo. Algunos han tenido mucha repercusión en los últimos años, otros, sin embargo, se pierden o se olvidan en medio de la vorágine de información en la que vivimos a día de hoy.

Uno de esos capítulos, en muchos casos dejado a un lado, es la de su hermano. Todo el mundo sabe que el dictador tuvo tres hermanos: Nicolás, Pilar y Ramón, además de la pequeña Paz, que falleció con tan solo cinco años. No obstante, las hemerotecas señalan la existencia de un posible cuarto hermano: Eugenio Franco Puey, el hermano bastardo de Francisco Franco. Una información que a día de hoy es desconocida por muchos pero que por aquel entonces era un secreto prácticamente a voces, del que incluso el propio Caudillo tuvo conocimiento.

El secreto mejor guardado de Nicolás Franco, el padre del Caudillo

El progenitor del futuro dictador de España, Nicolás Franco Salgado-Araújo, fue enviado a Filipinas en el año 1888. Allí fue rápidamente consciente de la belleza de las jóvenes manileñas y quedó encandilado con su forma de vestir, de hablar, su apariencia e incluso de vivir la vida. Fue así como Nicolás Franco dejó embarazada a una joven de tan solo catorce años, Concepción Puey, hija de un militar manileño.

En otras palabras, cuando nació el futuro Caudillo de España, el 4 de diciembre de 1892, ya tenía a su hermano bastardo, nacido el 28 de diciembre de 1889 en Cavite, en Filipinas, que contaba con tres años de edad. El joven bastardo transcurrió gran parte de su vida sin prestar atención a sus antecedentes familiares, a pesar de que el apellido Franco podía abrirle más puertas de las que él mismo podía imaginar. Tras la marcha de Nicolás, la joven manileña se casaría con Bernardino Aguado.

Si bien es una noticia que a día de hoy es desconocida por muchos, durante aquellos años era un secreto a voces, ya que incluso Francisco Franco llegó a tener conocimiento de la existencia de aquel hermano bastardo gracias a una carta entregada por el yerno del hermanastro de Franco, Hipólito Escolar Sobrino, marido de la hija de su hermano bastardo, quien le contó la verdad en abril del año 1950. “Mi suegro, don Eugenio Franco Puey, es hijo natural del padre de V.E”, escribió. “Una timidez excesiva y, en parte, lo delicado del asunto, han hecho que V.E. no supiera la noticia directamente de él, que en la actualidad vive en Malasaña 5, y presta sus servicios como topógrafo en el Instituto Topográfico y Catastral”.

Una verdad guardada en los libros

Fue en el año 2007 cuando el escritor Fernando Gracia defendía en su libro, ‘El hijo secreto de Franco’, no solo la posibilidad de que el dictador pudo tener un hijo bastardo cuando estuvo destinado en Canarias, sino que también defendía la teoría de que tenía un hermano bastardo, que terminó siendo reconocido por su padre, Nicolás Franco.

Esto nos demuestra que realmente el trabajo que realizan cada día los expertos e historiadores consigue acercarnos un poco más a esos episodios de nuestra historia que, en muchos casos, no reciben la atención que merecen o que nos hace permanecer ajenos a ellos. Pueden ser trascendentales, pueden ser episodios divertidos o incluso anécdotas curiosas pero todas, al fin y al cabo, forman parte de nuestra historia.