La ballena que murió el pasado miércoles 14 de agosto varada en las costas de Tapia de Casariego ya está en las instalaciones de la Compañía para la Gestión de los Residuos Sólidos en Asturias (Cogersa), en Gijón, tras ser transportada desde el puerto de Navia.

El animal, de 21,7 metros de longitud, llegó a Cogersa pasadadas las 12.00 horas, tras un complicado operativo que comenzó este viernes día 16 de agosto por la tarde.

Desde Tapia de Casariego, donde murió el animal en una zona de difícil acceso, fue remolcada por un barco hasta el puerto de Navia. Sin embargo, allí la cosa se complicó. Cuando los operarios intentaron trasladar a tierra al ejemplar de rorcual común por medio de una grúa preparada para tal fin, el cuerpo se partió por la cola y la ballena cayó al agua.

Posteriormente pudieron sacarla del mar. Pero tuvieron que suspender el operativo hasta la mañana de este sábado. El motivo es que la ballena pesaba más de lo que inicialmente habían calculado. Al principio, por sus dimensiones creían que pesaría unas 30 toneladas. Sin embargo, pesaba 47 toneladas.

Ese incremento hizo que se tuviera que desistir de utilizar el transporte especial previsto para trasladarla a las instalaciones de Gijón. Una vez solventado el problema este sábado, reforzando ese transporte por carretera, la ballena ha llegado por fin a Cogersa. Allí se le practicará una necropsia, según han confirmado a Europa Press fuentes del Gobierno asturiano.