El catedrático de Prehistoria de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona Eudald Carbonell cree que "nuestra prioridad como humanos" debe ser "trabajar por una evolución responsable".

Carbonell, que dató el Homo antecesor en un estadio previo al establecimiento de los homínidos en Europa, ha pronunciado la lección inaugural del curso 2022-23 de la URV planteando los posibles escenarios de futuro de la especie humana.

En su intervención, ha dibujado cinco escenarios: el colapso, la extinción, la continuidad, el Homo exnovo y la diversidad específica.

Para Carbonell, pueden conducirnos al colapso las consecuencias de la convergencia del cambio climático, el consumo exponencial, la disminución de materias primas y la globalización.

Paradójicamente, el arqueólogo, antropólogo, geólogo y paleontólogo ha apuntado que, como solución, la vía más probable sea la adaptación a través de "nuestras adquisiciones tecnológicas y sociales" por lo que se trataría -según Carbonell- de un "episodio catártico o catastrófico, pero reversible".

Sobre el escenario del Homo exnovo, el catedrático ha dicho que se basa en la posibilidad de mejora humana a todos los niveles hasta llegar a "una especie de superindividuo consciente y racional que encuentra su sitio en la naturaleza y trabaja para controlar su espacio-tiempo evolutivo".

Según Carbonell, este es el escenario "menos plausible" y es más probable que se produzca una "continuidad evolutiva" basada en "dar soluciones estructurales a las cuestiones que ponen en riesgo el mundo tal y como lo conocemos".

Para justificar otro escenario, el de la diversidad específica, Carbonell ha argumentado episodios ocurridos con anterioridad ya que "hace unos 40.000 años había en el planeta una gran diversidad humana".

Por ello, ha augurado que en el escenario del futuro podría haber cinco especies fruto de la selección natural, tecnológica, cultural y de la sociabilidad tecnológica.

Estas especies serían los especímenes humanos naturales; los humanos que estarían convencidos de que no se puede intervenir desde la tecnología en la propia evolución natural y los homíninos que admitirían modificaciones que no son estructurales y sí reparaciones limitadas.

La lista la completarían los especímenes construidos en un laboratorio por edición genética y, finalmente, habría especímenes construidos con una combinación de mecánica, computación y electrónica.

Entonces "nuestra especie se caracterizaría por la adquisición de otro sentido de especie", ha indicado Carbonell.

A modo de conclusión, el catedrático ha subrayado que se trata de "encontrar la manera de sobrevivir como especie y no extinguirnos".

Para ello, ha desgranado un decálogo consistente en tener una conciencia crítica de especie, aportar los conocimientos personales para construir la comunidad, socializar la tecnología o tener conciencia operativa e invertir energías en la cooperación, parar la globalización.

Además ha citado iniciar la planetización, incrementar la diversidad, fomentar la desaparición de líderes y de la jerarquía social, impulsar la feminización de la especie y hacer progresar el equilibrio social y ecológico de la especie.