Iberdrola es la multinacional que lidera la lucha contra el cambio climático, un problema que nos afecta a todos. En los últimos tres años, la compañía ha conseguido evitar la emisión a la atmósfera de 60 millones de toneladas de CO2, el equivalente a lo que emiten 42 millones de coches en un año. Además, casi un 80% de la capacidad instalada del grupo en todo el mundo es libre de emisiones y un 74% en España. Un dato que quieren mantener, e incluso superar, habiéndose marcado un objetivo clave de cara a 2050: ser neutros en emisiones de carbono.

Uno de los principales focos de actuación de la compañía para lograr este ambicioso objetivo es la movilidad sostenible. Iberdrola quiere impulsar y liderar la transición de una movilidad sostenible y la electrificación del transporte, como vía eficaz para la lucha contra el cambio climático. Su Plan de Movilidad Sostenible prevé la instalación de 50.000 puntos de recarga en España y el Reino Unido. Una red destinada tanto a hogares, como a empresas, en espacios urbanos e interurbanos. El plan contempla el despliegue de una red de estaciones de recarga rápida, súper rápida y ultra rápida, que permitirán recorrer España en vehículo eléctrico, con estaciones al menos cada 100 km, en las principales autovías y corredores. En estas estaciones será posible recargar la mayor parte de la batería entre 20 y 30 minutos y entre 5 y 10 minutos, en el caso de la recarga ultra rápida.

Una iniciativa que viaja junto a otras del grupo, plenamente concienciado con este problema de ámbito global, que ha reformado su sistema de gobierno corporativo para formalizar y desarrollar su compromiso con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, que han quedado integrados en la estrategia de la compañía. En este sentido, es de destacar la aportación de la empresa como compañía eléctrica, entre otros, a los objetivos 7 (energía asequible y no contaminante) y 13 (lucha contra el cambio climático). Para fortalecer estos objetivos, de cara a 2022, la compañía invertirá 34.000 millones de euros, de los que un 47% será para redes inteligentes y un 39% para energías renovables.

Un plan estratégico potente y venidero, concienciado con las necesidades del planeta, y de las personas.