A lo largo de 2020 más de 1.600.000 personas fueron ayudadas gracias a los bancos de alimentos. Actualmente, en menos de cuatro meses en 2021, la demanda ha crecido en casi un 20%. El aumento de la demanda está provocando que las reservas se estén agotando. ''Nosotros en estos momentos tenemos reservas hasta este mes. A partir de este mes lo tenemos bastante más complicado. Por eso, estamos haciendo un llamamiento, necesitamos más donaciones'', cuenta Miguel Fernández, director general de la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL). Desde el año 2014, los beneficiarios estaban en descenso. Sin embargo, la llegada del COVID-19 ha provocado que FESBAL alcance datos históricos, con 1.667.000 personas atendidas a lo largo de 2020.

Desde FESBAL se ha constatado el incremento de un 50% en 2020 si atendemos a los datos anteriores a la pandemia. Esto supondría medio millón de personas más en comparación con los datos pre-pandémicos. La situación es realmente preocupante ya que las cifras no paran de crecer y se estima que más de 300.000 de las personas que solicitan ayudas son niños, un nivel similar a los datos de 2015. Es aquí donde cobra especial importancia la labor de los voluntarios como Luis, que actualmente ayuda a miles de personas en el Banco de Alimentos de Salamanca. ''Se nota que la situación del COVID afecta a todos. Hay gente en el ERTE, entonces si antes teníamos 7.000 pues ahora hay 8.000 personas beneficiadas'', explica Luis. El perfil de las personas que acuden a las famosas colas del hambre se ha ampliado a lo largo de los últimos meses.

''Seguimos recibiendo llamadas, seguimos recibiendo solicitudes de familias de toda Madrid pidiendo alimentos. Hay un aumento en la demanda y los perfiles más comunes son, sobre todo, familias inmigrantes'', cuenta Nacho, otro de los voluntarios que, actualmente, se encuentran colapsados ante el volumen de peticiones. A las personas en situación de pobreza severa se han sumado aquellas afectadas por algún ERTE o ERE, la mayoría de ellos jóvenes que han perdido su empleo.

Ante esta situación de precariedad la fundación ''La Caixa'' ha dado inicio a la segunda edición de la campaña ''Ningún Hogar Sin Alimentos'', que tratará de ayudar a ese creciente número de personas en riesgo de pobreza. Por desgracia, todo parece indicar que no se ha tocado techo en la necesidad de alimentos gratuitos. De esta forma, la campaña pretende repetir el éxito del año pasado, donde se recaudó tres millones y medio de euros en su primer año.