El ministro de Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, ha trasladado a su homóloga de Canadá, Melanie Joly, las disculpas por el envío de un cuerpo equivocado en la repatriación de un cadáver y ha afirmado que las autoridades de la isla están ya investigando qué pudo haber ocurrido.

El caso se remonta a marzo, cuando Faraj Jarjour, que huyó junto a su familia de Siria en plena guerra y vive ahora en Canadá, falleció durante unas vacaciones en la turística zona de Varadero. La familia buscó entonces la repatriación del cadáver por mediación de los servicios consulares canadienses en Cuba, que a su vez dependía de la labor de una agencia local.

Cuando el ataúd llegó a la localidad de Laval, al norte de Montreal, no contenía el cuerpo de Jarjour, sino de otro hombre cuya identidad no ha trascendido, según la cadena pública CBC, que apunta a que podría tratarse de una persona de nacionalidad rusa.

El caso ha derivado en una conversación telefónica entre los responsables de Exteriores de Cuba y Canadá. "Compartimos la máxima preocupación por la situación inimaginable a la que hace frente la familia (de Jarjour), con la que hablé ayer", ha dicho la jefa de la diplomacia canadiense en redes sociales.

Joly ha subrayado que, por parte de Canadá, se hará todo lo posible para ayudar a la familia "hasta que la situación se resuelva", mientras que Rodríguez ha prometido igualmente que "las autoridades cubanas investigan hecho para esclarecerlo".

El jefe de la diplomacia cubana ha expresado su "disculpas" y "sentidas condolencias", lamentando el "desafortunado incidente" en el traslado del cuerpo.