La Policía Nacional ha detenido en Zaragoza a un hombre como presunto autor de un delito contra la intimidad y otro de descubrimiento de secretos por visionar y grabar a mujeres desnudas a las que previamente les alquilaba una habitación.

Tras la denuncia interpuesta por una mujer, los agentes investigaron una vivienda del barrio de Delicias donde, al parecer, este hombre, H.A.C.A., de 54 años, alquilaba de forma ilegal tres habitaciones a mujeres extranjeras, informa la Jefatura Superior de Policía.

Allí, mediante sofisticados dispositivos de vigilancia, realizaba visionados y grabaciones de las mujeres desnudas, aparentemente con fines sexuales.

El presunto autor había colocado cámaras ocultas en las habitaciones de las inquilinas, en el baño y disponía de una instalación temporizada colocada en la televisión de otra de las mujeres que controlaba vía wifi desde su móvil.

La denunciante descubrió las cámaras semanas antes por una antigua compañera de piso que le contó que este hombre había instalado aparatos de grabación por toda la casa, pero no se atrevió a denunciarlo, ya que en ese momento se encontraba en situación irregular en España.

Una vez regularizada su situación administrativa, la víctima se encaró con el casero, que le llegó a ofrecer dinero para que no le denunciase y a decirle que "esta tontería la podían arreglar amistosamente entre ellos".

Ante la negativa de la perjudicada, el hombre se puso muy agresivo y rápidamente fue a arrancar todas las cámaras del piso, marchándose con dos bolsas de grandes dimensiones que contenían los aparatos de grabación.

Tras avisar al 091 el pasado 30 de abril, el operativo policial pudo comprobar que había numerosos agujeros en la pared y techos, en los lugares que la víctima les iba indicando que habían estado instalados los dispositivos.

Los agentes esperaron el regreso del presunto autor en el portal de la vivienda, que llegó 10 minutos después, cuando fue detenido y trasladado a dependencias policiales.

El Grupo de Policía Judicial de Delicias realizó una entrada en el citado domicilio en la que intervino un reloj espía con cámara instalado en el televisor de la víctima.

Tras ponerlo a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia, fue puesto en libertad con la obligación de presentarse ante la autoridad judicial cuando sea requerido.