La Unión Europea ha aprobado la utilización de dos vacunas que pondrán freno a la que los expertos consideran la próxima pandemia: la gripe aviar. Una de uso prepandémico, para aquellas personas que trabajan en el entorno de aves; y otra pandémica, por si el salto de animal a persona, la zoonosis, provocase una mutación que facilitara el contagio entre humanos. Tras la covid, Europa ha optado por la prevención, por prepararse para que, si hay otra pandemia, no nos pille por sorpresa.

La Agencia Europea del Medicamento ha dado la conformidad a estas dos vacunas para afrontar un posible contagio masivo en humanos del virus H5N1, un virus de la gripe aviar que viene preocupando y ocupando a los científicos de todo el mundo desde hace años, desde antes de la covid, pero que en los dos últimos ha dado especialmente la lata, multiplicando los brotes, saltando de especies y mutando para provocar el contagio entre mamíferos. Las autoridades van camino de cambiar algunas estrategias para frenar su expansión y afrontar una posible nueva pandemia.

Las vacunas para humanos

Europa ya cuenta con la aprobación de dos vacunas para frenar la propagación del H5N1 en humanos. Fernando Moraga-Llop, portavoz de la Asociación Española de Vacunología ha explicado a COPE.es cómo están diseñadas y para qué momento. La primera Celldemic, “es una vacuna inactivada, es decir ,de virus muertos, adyuvada (lleva una sustancia que aumenta la inmunogenicidad), y es una vacuna que se prepara en cultivo celular, no en huevo de gallina- aclara el especialista-se tendría que administrar antes de la pandemia si se producen brotes en animales, en aves, importantes y hay personal que trabajan con estas aves que se sospecha que se puedan contagiar, e incluso durante la pandemia, si ocurre, hasta que se disponga de la vacuna, digamos pandémica”. Y esa es Incellipan que “más que una vacuna, es una plataforma que, en el momento en que apareciese la pandemia, se incluiría la cepa de la pandemia en la plataforma, y así se obtendría la vacuna pandémica”.

La administración de estas vacunas sería a partir de los seis meses de edad, en dos dosis separadas por tres semanas. En el caso de la pandémica, a las tres semanas de la segunda dosis” ya tendría una buena respuesta inmune”. Son vacunas bien toleradas y tienen los efectos secundarios que tiene cualquier vacuna de la gripe estacional.

Para el doctor Moraga-Llop, es una buena noticia la aprobación de estas dos vacunas porque el H5N1 es un virus que preocupa desde hace muchos años a la comunidad científica. “Hay que tener en cuenta -recuerda- que ha producido muchos brotes, que ha contagiado a otras especies y que en los casos de contagio a humanos, unos 900 localizados en todo el mundo- la letalidad ronda el 50%”.

Vacunas para las aves

Los veterinarios, que son la primera línea de defensa frente a la propagación del virus, llevaban años pidiendo una vacunapara las personas que están en contacto con las aves, sobre todo en granjas. Hace años que en Asia se administra de forma habitual una vacuna a las aves de corral. También los cerdos tienen vacunas propias.

Ursula Hoflë, veterinaria experta en gripe aviar nos ha contado que en el resto del mundo “hasta ahora la política era otra, porque no tenemos el virus circulando de forma habitual, y la política era eliminar la granja infectada y de esa forma mantener la zona libre. Lo que pasa es que ahora mismo tenemos una circulación endémica, y hay que ir un paso más allá, cambiar la política”. De hecho se ha autorizado el uso de la vacuna en todo el mundo y en Francia ya se está aplicando en las granjas de patos del país, tras el impacto que sufrieron las granjas de las Landas, “y ha funcionado muy bien, de todas las granjas solo en una hubo un brote”.

Muy activo y cambiante: alarma justificada

Ya antes de la pandemia de la covid, los veterinarios venían advirtiendo de que la gripe aviar, especialmente este virus, podrá convertirse en la próxima pandemia. “Primero, porque los virus de gripe tienen tendencia a cambiar de forma repentina por esta capacidad que tiene de intercambiar segmentos genéticos, y porque este virus que está circulando ahora -indica la doctora Hoflë- lleva una evolución ya una larga de cambiar y romper todos los moldes de gripe aviar que conocemos hasta ahora. No es para nada equivocada esta llamada de atención de la OMS. Lleva dos años infectando a millones de aves y creo que le hemos hecho poco caso para el riesgo que supone. Es un poco lotería”.

¿En qué punto estamos entonces?

Desde hace más de dos años el virus circula en el campo, en aves domésticas, y ha causado millones de muertes en aves silvestres y ocasionalmente en carnívoros, zorro, visones y mamíferos. “El gran salto ahora es que se ha detectado en ganado de leche en los Estados Unidos. Se detectó en marzo, pero ahora por datos filogenéticos sabemos que circulaba desde diciembre-apunta la investigadora- Lo que sabemos hasta ahora, con una información limitada, es que ha entrado a las vacas por un ave silvestre, que se está transmitiendo entre vacas, aunque no sabemos todavía cómo.

Que ha habido un caso, que conozcamos, de una conjuntivitis leve en un humano, aunque es difícil saber si hay más porque hay muchos trabajadores ilegales que no acuden al médico, y lo que sabemos también es que las vacas pueden volver a transmitir el virus a aves silvestres o a gatos. Hay alguna mutación del virus de adaptación a las vacas, pero no parece evidente que se pueda transmitir a humanos. Es lo que sabemos hasta ahora”.

¿Es correcto y efectivo el sistema de vigilancia?

Los expertos reclaman un sistema de intercambio de información y de vigilancia que abarque el mundo entero y que sea ante todo “transparente”, recalca Ursula Hoflë. A la investigadora le consta que todos los investigadores de Norteamérica llevan desde que se conoce el brote “pidiendo información para poder contrastarla, para poder trazar el origen de la infección en las vacas, cómo se transmite el virus entre ellas... y es extremadamente difícil, porque se ha tardado mucho en transmitir información, en tener información completa...Eso es esencial, muchas veces es la clave para entender lo peligroso que puede ser un virus concreto”.

Faltan recursos, pero sobre todo “un sistema de vigilancia real basada en ciencia, basada por ejemplo en la investigación que se está haciendo en las vacas, porque conociendo la forma de transmisión entre ellas, si es por la leche, por el aire....porque esto podría determinar que sería lo ideal para saber que hay que vigilar”.