El 19 de junio de 2001, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) acuñó la última peseta, una divisa que sigue muy presente entre los españoles. La peseta nació el 19 de octubre de 1868 por un decreto del Gobierno Provisional tras el derrocamiento de Isabel II y su fabricación terminó el 19 de junio de 2001. La última moneda acuñada fue de 100 pesetas y reproducía la imagen de Hispania, la misma que apareció en la primera emisión de 1869.

Más de veinte años después de la última acuñación, los españoles aún conservan monedas y billetes de pesetas por valor de más de 1.500 millones de euros, que previsiblemente se quedará una gran parte en manos de sus dueños, que las siguen conservando como historia de España. Parte de ese dinero sin reclamar se encuentra perdido bajo colchones, en filtros de lavadora o en los lugares más recónditos de los hogares españoles.

Sin embargo, hay muchos que se resisten a entregar sus últimas pesetas. Algunas monedas se guardan por nostalgia e incluso por pereza. Otros, tienen la esperanza de que se revaloricen y adquieran la importancia que se merecen. Es incuestionable el valor histórico que tendrán siempre y algunos españoles no quieren decir adiós a la peseta. "Es una de las antigüedades que más información transmite, un documento histórico muy importante que sirve para viajar a esa época. Al final la moneda es historia", indica un experto.

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Qué valor tienen las pesetas en la actualidad

Sin embargo, algunas pesetas pueden tener un valor excepcional, muy superior al habitual, y hay ciertas posibilidades de que las tengas en casa, como explica el encargado de numismática, Ángel Fernández, en 'El Programa del Verano'. En primer lugar, ha querido aclarar que "existen una serie de bulos que nacieron hace cinco años sobre las pesetas, que vienen a decir que las de 1947 o las monedas de cinco pesetas de 1949, valen un dineral", un hecho que asegura que "no es así".

Junto a esto, ha añadido que solo algunas "muy raras" pueden tener un valor realmente alto. "Es cierto que hay un pequeñísimo número de ese tipo de monedas que salen en las noticias, sí que son raras y sí valen. Pero es tan escasa la probabilidad de que esas monedas las tengamos en casa."

"El grado de rareza es tal que la probabilidad de tener esa moneda que sí que vale en casa es, prácticamente, casi nula", ha apuntado, añadiendo que, para que un billete tenga un alto valor, debe tener "un número de serie muy corto o alguna rareza en relación al resto de billetes", como características destacadas.