“No sé qué es el coronavirus, pero suena muy mal”. Por eso Doña Magdalena Ariño ha decidido a sus 90 años decírselo al mundo adaptando la famosa canción de Rosalia, “ Yo por ti, tú por mí”. Y para ello no ha dudado en imitarla desde los pies a la cabeza, incluyendo un tocado rosa, los labios rojos, y por supuesto, sus uñas con extensiones de acrílico.

A su manera esta anciana de la residencia de Ballesol Altorreal en Murcia es también una artista. No es la primera vez que versiona canciones. Su repertorio es amplio y ha sido capaz de interpretar “Soy un elfo” o “Junto a ti” de Paula Rojo, aunque por “el que pierdo los vientos es por Julio Iglesias”, asegura mientras reconoce que en tres días se aprendió la letra y todos los movimientos de Rosalía, “había que ser choni pero con clase” se ríe a carcajadas para transmitir el verdadero mensaje del videoclip: trasladar un mensaje de optimismo ante el Coronavirus y compartir sonrisas con los demás residentes del centro residencial.

En el vidoclip de “la Rosalía de 90 años” – como así la han bautizado- la mirada sexy de Magdalena está acompañada por más de 30 ancianos y profesionales de la residencia Ballesol Altorreal, que comparten bailes, mensajes y miradas retadoras al Coronavirus.

Noelia Jiménez es la Técnico de Animación sociocultural (Tasoc) de la residencia. Aunque la iniciativa surgió del carácter extrovertido, animoso y apasionado de Magdalena, “la mezcla de atrevimiento, curiosidad e ilusión que mantienen todos los residentes, hace difícil que una idea se quede en el camino, y menos en la situación actual”, comparte orgullosa con los nuevos artistas de la música, la mayoría con más de 90 años.

MODISTA DE ALTA COSTURA

Magdalena siempre ha sido una mujer emprendedora. “Me apunto a todo sin pensarlo” dice para llevar la conversación hasta los quince años, la edad en la que dejó de estudiar para trabajar…de peluquera. Allí se dio cuenta que todo el mundo tenía un título menos ella. Así fue como se empeñó en conseguir su diploma de Alta Costura “con sobresaliente en corte y confección”. Trabajó junto a la maestra Rosa Escuin en el mejor taller de Murcia. Hasta que esta se jubiló y le regaló un piso como forma de agradecerla su profesionalidad y lealtad en el oficio. En la residencia Ballesol Altorreal de Murcia lleva ya 6 años “risueña, con una sonrisa y dispuesta a ayudar a los demás”, alaban de ella todos los residentes.