El mundo cada vez está cada vez más preparados para las personas que tienen alguna discapacidad. La accesibilidad en la mayoría de las instalaciones está a la orden del día y las normativas protegen a estos usuarios para que puedan tener la posibilidad de acceder a los mismos lugares que el resto de personas. Sin embargo, no siempre esto así. La realidad es que aún no están todos los espacios habilitados para las distintas necesidades que puedan tener los usuarios. Por eso, a veces surgen situaciones en las que se pone de manifiesto las carencias que tienen algunos lugares.

Desde 2008, España cumple con el Reglamento europeo por el cual en todos los aeropuertos se exige un servicio de atención a los pasajeros con movilidad reducida. Esto significa que deberá haber una persona de apoyo que le permita facilitar sus traslados y necesidades durante su estancia en el aeropuerto sin coste adicional. Además, durante el viaje, deberán transportarle y desplazarle gratuitamente. Por eso, esta escena es aún más impactante.

La desesperación de una mujer

Jennie Berry viajaba en la aerolínea española AlbaStar. Durante su viaje, trató de ir al baño, pero el avión no tenía silla de ruedas. La tripulación le dijo que debía lleva un "pañal" para poder hacer frente a estas situaciones y no le ofreció ningún tipo de ayuda. Por eso, Jennie tuvo que tomar una decisión desesperada.

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Para llegar hasta el baño, tuvo que reptar por el pasillo sin ayuda de sillas de ruedas o muletas ante la mirada atónita del resto de pasajeros y los trabajadores de cabina. A la hora de acceder al retrete tuvo que solicitar la ayuda de otro viajero en el que tuvo que apoyarse para trepar. "¡Esto no es aceptable!", escribió en Twitter la afectada. Cientos de personas han respondido a su mensaje, la mayoría mostrando su rechazo a esta situación y solidarizándose con Jennie.