Los bares son los lugares más frecuentados, ya que en estos podemos pasar tiempo con nuestros compañeros de trabajo, amigos e incluso con la familia. Por ello, es normal que muchos padres decidan pasar tiempo con sus hijos en estos lugares. No obstante, en más de una ocasión los padres tienen miedo a que los más pequeños puedan tener algún que otro enfado y en algún que otro momento concreto puedan suponer una "molestia" para el resto de comensales.

Otras veces, también puede ocurrir que los padres se desentiendan de los pequeños y estos terminen montando barullo en el local. Algo similar ha ocurrido en esta situación. Realmente no conocemos la versión oficial ni tampoco sabemos quién de los dos tiene razón. Estamos ante el caso de Paloma Abad, una madre que acudió con cinco niños a merendar a una cafetería, y donde cada uno de ellos tuvo su propia consumición. La clienta en cuestión se queja en una reseña del servicio que les dio el local y la forma de actuar que tuvo el propietario del mismo que, según ella, terminó echándolos de allí. Ante estos ataques, el dueño de la cafetería no se quedó de brazos cruzados y quiso defender su negocio.

Una mujer se queja por lo que ocurre con sus hijos en un bar y el propietario se hace viral

"Lugar no apto para niños. Hemos ido a merendar con cinco niños y les hemos pedido a cada uno su consumición. Al terminar se han puesto a jugar en el exterior, en un momento concreto, un niño ha rozado la pared con el pie y como les ha molestado, nos han invitado a irnos", ha contado una de las madres. "Después de llamarnos malas madres y sugerirnos que les pongamos un bozal, nos han echado al grito de "fuera" para la sorpresa de todos los allí presentes", continúa contando la cliente. Además, recomienda que "coloquen un cartel "prohibido niños" para evitar que situaciones tan desagradables se repitan", continúa.

La mujer agrega: "Luego no queremos que los niños estén todo el día con móviles y tabletas, pero con este tipo de sociedad en que nos estamos convirtiendo donde las risas de los juegos de unos niños son molestas, veo que no nos quedan muchas más opciones".

"Lamentable", concluye la mujer.

---

---

La respuesta del propietario de la cafetería no se hizo esperar y rápidamente salió a defender su negocio: "Los niños pueden jugar y gritar todo lo que quieran, que para eso son niños, faltaría más. Pero cuando los niños le pegan reiteradas patadas a la pared hasta ponerla negra, cuando tiran una pizarra contra un cristal, y se cuelgan de un poyete de madera estando a punto de romper ambos, lo más lógico y normal es que como propietario del establecimiento, les pida que controlen a los niños. A lo que me responde que tengo que aguantarme porque están consumiendo".

Lejos de quedar todo ahí, el propietario concluye: "Aguanten ustedes a sus hijos en sus casas y enséñeles respeto y educación, porque no todo vale. Hasta nunca".