Las enfermedades del sistema circulatorio fueron la principal causa de muerte en 2021, con el 26,4 por ciento del total. Según el INE, 1 de cada 4 fallecimientos en nuestro país. Entre los factores que las provocan y además del tabaquismo, la obesidad o la diabetes, está el llamado colesterol malo, que está detrás del 25 por ciento de las muertes cardiovasculares.

¿Qué es el colesterol?

El colesterol está presente en todas las células del cuerpo humano y es fundamental para que el organismo funcione de forma normal: genera ácidos vitales para la digestión de grasas, se transforma en vitamina D para proteger la piel y evitar la deshidratación y además, a partir de él se forman hormonas como las sexuales o las tiroideas.

Según el doctor Pedro Mata, presidente de la Fundación Hipercolesterolemia Familiar, el colesterol total en mayores de 18 años debe ser inferior a 200 mg/dl. En los menores de 18 años, lo ideal es que el colesterol se sitúe entre los 160-170 mg/dl como máximos.

Los expertos consultados por COPE, hablan de dos tipos de colesterol. El bueno y el malo. El colesterol bueno (HDL) es el que ayuda a eliminar el colesterol de las arterias. Actúa como barrenderos. Lo hace porque circula por el torrente sanguíneo, absorbiéndolo y transportándolo al hígado. De esta manera evita que se formen placas. El colesterol malo (LDL) es el que se deposita en la pared de las arterias y forma placas. Puede taponarlo.

El doctor Mata señala que: "en los análisis lo ideal sería que el colesterol malo (LDL) se sitúe por debajo de 130. Y el colesterol bueno (HDL) por encima de los 45".

¿Por qué es un factor de riesgo cardiovascular?

El colesterol hay que controlarlo. Si los niveles en sangre se elevan, se puede producir una hipercolesterolemia o colesterol alto. Tener el colesterol alto nos puede provocar un infarto.

Hay que tener en cuenta que puede producirse por factores hereditarios. Según el doctor Pedro Mata, hay 200 mil personas en España que es sufren de colesterol alto por genética. Una persona que tiene colesterol de forma genética tiene de base una esperanza de vida de 20 o 30 años menor que el resto. El doctor Mata recuerda que: “si te tratas y diagnosticas de forma precoz, puedes conseguir tener la misma calidad de vida que el resto de la población”.

Otra causa de tener el colesterol alto es dietética. Es decir, por una mala alimentación. Es más fácil llegar a estos niveles si consumimos un exceso de grasas animales o de alcohol. En este caso la solución es mucho más sencilla y se puede reducir con un cambio en el estilo de vida.

Se puede prevenir, ¿sí o no?

Sí, por supuesto, que el colesterol alto se puede prevenir y mantener a raya. Se puede controlar con un estilo de vida saludable.

Los expertos recomiendan seguir una dieta equilibrada y realizar actividad física de forma moderada pero regularmente. Para el doctor Pedro Mata es fundamental: “mantenernos en nuestro peso, realizar actividad física, aerodinámica y evitar las grasas naturales, los aceites de palma o coco y los precocinados”.

Estos son algunos de los puntos que hay que seguir para poder bajar el colesterol malo y subir el bueno:

Dieta saludable. Es decir, mediterránea. Añadir a nuestra dieta el aceite de oliva virgen, poca carne y siempre las partes magras: pollo, pavo y conejo. Pescado azul. Tomar mucha fruta, legumbres, verduras y avena. Evitar los precocinados y la bollería industrial. En cuanto a los huevos, si solo tenemos el colesterol un poco alto, se puede tomar un huevo completo diariamente.

Actividad física, que además junto a perder peso, ayuda a aumentar el colesterol bueno que actuar como barrendero y limpia las arterias del colesterol malo que se ha ido acumulando. Para hacernos una idea, el colesterol bueno puede aumentar un 10 por ciento haciendo ejercicio aeróbico y perdiendo peso.

Más del 20 por ciento de la población tiene el colesterol total por encima de 250 mg/dl. Ese es el límite que nos debe preocupar y que además requerirá de ayuda médica.

También hay que ir al médico si tenemos colesterol por herencia familiar. Hay que acudir al médico porque hay que medicarse. El doctor Pedro Mata ha recordado a COPE que: “lo más seguro es que las personas con hipercolesterolemia familiar vayan a tener que tomar estatinas para controlar el colesterol”. La estatinas lo que hacen es provocar que pueda entrar más colesterol en la célula y disminuya su cantidad en la sangre, evitando que se vaya acumulando en las arterias. Es un tratamiento crónico, por lo que siempre tiene que ser la última opción de cualquier paciente y especialista.

Si una persona ya ha sufrido un infarto, tiene que tener en los análisis el colesterol malo por debajo de 70 mg/dl. Por lo tanto, sea o no un tema genético, tendrá que tomar si o si medicamentos para reducirlo.

Javier: tengo el colesterol en 223 mg/ld. ¿Qué hago?

Javier tiene 33 años. En los últimos análisis el colesterol total marcaba 223 mg/ld. El HDL que es el colesterol denominado como bueno estaba en 47. Y en LDL o colesterol malo en 161,4 mg/ld. Javier no toma medicación y tampoco fuma, algo que podría causar que el colesterol no estuviera en sus niveles óptimos.

Hemos preguntado al doctor Pedro Mata que se haría en este caso concreto en el que el paciente tiene el colesterol malo por encima de lo que debería marcar según su edad.

El doctor nos ha contado que siempre hay que ir a un ver al médico que nos prescriba una analítica y nos haga el seguimiento. También habría que ver qué tipo de dieta hace ese paciente. Lo más seguro es que con una dieta adecuada, evitando precocinado, Javier pudiese reducir el LDL o colesterol malo entre un 15 o un 20 por ciento. Y con ello, los valores se acercarían a los aconsejables para su edad.

El doctor Mata aconseja además en estos casos perder peso: “si la persona es sedentaria y empieza a caminar, a montar en bicicleta o a bailar, puede conseguir cifras normales”.

Por supuesto, siempre hay que tener en cuenta a la hora de tomar estas decisiones si la persona que tiene el colesterol alto es una mujer o un varón. También valorar otros factores de riesgo cardiovascular como es que fume, que sea hipertenso o diabetes. Y, por último, hay que tener en cuenta los antecedentes, por ejemplo, si algún familiar ha sufrido un infarto de miocardio antes de los 60 años.