El reino animal entraña un montón de secretos, de los cuales no somos conscientes en el día a día. Incluso puede que haya aspectos de este que creemos conocer y que nos sorprenden al descubrirlos, dado que no son como pensábamos. Algo así puede ocurrir con la información relativa a los animales que viven durante más tiempo.

Seguro que encuentras alguna que otra sorpresa en el listado que te presentamos a continuación. Atención a las edades: todos los protagonistas superan los 100 años con holgura.

Almeja de Islandia

Este molusco bivalvo (sin cabeza ni tentáculos) puede vivir entre 400 y 500 años. Su concha llega a alcanzar los 12,5 centímetros de grosor como máximo y 7 como mínimo. Vive sobre todo en el norte del Océano Atlántico, aunque también puede encontrarse, por ejemplo, en España (la ría de Vigo). Las aguas boreales y templadas son su hábitat: acostumbran a vivir a unos 1.000 metros bajo el mar.

Ballena de Groenlandia

Se trata del mamífero más longevo de la Tierra, ya que suele vivir algo más de 200 años. Puede llegar a pesar hasta 100 toneladas, con una altura máxima de 18 metros. Vive en las zonas cercanas al Ártico, con una cabeza tan gigantesca como para ocupar un tercio de la longitud total de su cuerpo. A pesar de habitar zonas tan gélidas, su temperatura corporal oscila entre los 36 y los 37 grados.

Pez roca rougheye

Puede alcanzar hasta 205 años y 97 centímetros de grosor. Como tiene muchas espinas en su párpado inferior, recibe ese sobrenombre de rougheye (ojo duro en español). Viven entre 170 y 660 metros bajo el nivel del mar en el Pacífico Norte (desde Japón hasta San Diego, más o menos).

Erizo de mar rojo

Vive más o menos lo mismo que el pez roca rougheye, aunque su edad varía en función del lugar donde habita. Eso sí, sin salir del Océano Pacífico. Viven en aguas poco profundas (hasta 90 metros) y su cuerpo está cargado de espinas que pueden llegar a ser de hasta 8 centímetros. Viven en grupos de entre cinco y 10, con una esperanza de vida de 30 años como mínimo... y más de 200 de tope.

Tortuga de las Galápagos

Pueden llegar a vivir en torno a los 175 años. Les gustan las zonas secas, áridas y altas. Además, esta es la especie de tortuga más grande del planeta: llegan a medir más de 6 metros y a pesar hasta 400 kilos.

Pez roca de garganta negra

Recibe este nombre por las cuchillas de sus bránqueas y llega a vivir unos 160 años. Vive a una profundidad de entre 300 y 500 metros, con unas dimensiones de apenas 35 centímetros.

Esturión del lago

Vive en las zonas templadas de América del Norte y puede llegar a vivir unos 150 años. Puede llegar a pesar más de 100 kilos, con una longitud de hasta 2 metros. Superar la edad centenaria es algo que les ocurre a aquellos esturiones adultos con una vida sexual más activa. Otra curiosidad es que, al carecer de dientes, este pez se traga enteros los alimentos.

Pez reloj del Atlántico

También conocido como reloj anaranjado por su color de piel, vive unos 150 años en el este y noroeste del Océano Atlántico, el sur del Océano Pacífico y el Océano Índico. Mide como mucho 40 centímetros y se le puede encontrar a una profundidad de entre 400 y 900 metros.

Pez oreo verrugoso

Viven en todos los océanos del sur, a una profundidad de entre 300 y 1.600 metros, con edades máximas de unos 140 años. Eso sí, ha habido algunos que han superado el bicentenario. La forma de su cuerpo es muy parecida a los diamantes.

Tortuga gigante de Aldabra

Aunque su edad habitual son los 100 años, esta especie puede llegar a superar los 270. Tras la tortuga de Galápagos, es la más grande del mundo, con un peso máximo de 250 kilos para los machos y de 150 en cuanto a las hembras. Sólo se las puede encontrar en la isla de las Seychelles (Océano Índico) que les da nombre.

Medusa inmortal

La incluimos en este repaso porque se trata del único organismo inmortal existente entre los animales. Aunque la especie se originó en los mares del Caribe, ha acabado extendiéndose por todo el mundo. Tiene unas dimensiones de unos 4 o 5 milímetros y los especímenes adultos pueden llegar a contar con 80 o 90 tentáculos. No mueren nunca porque en cualquier momento de su vida pueden volver a transformarse en pólipos (el bebé de las medusas, por así decirlo).