La hemos escuchado miles de veces. La afirmación de que "los gatos tienen siete vidas" es bien conocida por todo el mundo, aunque la razón que se esconde detrás, es más difícil de saber. Hay muchas teorías que tratan de darle una explicación a este mito, algunas más fundamentadas y otras menos, pero te las vamos a descubrir todas en COPE.

En la civilización egipcia se basan las dos primeras teorías y, de hecho, son la más aceptadas. La primera de ellas tiene que ver con el concepto oriental y espiritual de la reencarnación que explica que, al morir una persona, su alma se traslada a otro cuerpo o a otra vida y que esto puede suceder en múltiples ocasiones. Como los egipcios adoraban a los gatos, se cree que estos tenían la convicción de era el único animal que compartía esta capacidad con el hombre, y que al terminar su sexta vida, en la séptima, ya pasaría a reencarnarse en forma humana.

Por otra parte, hay muchísimos países como México, Perú, Italia, Grecia o Reino Unido que no hablan de siete, sino de nueve vidas. Por ello, volviendo al Antiguo Egipto, se cuenta que cuando ciertas ocho deidades encabezadas por el Dios del sol, el famoso Ra, se unieron, este último adoptó forma de gato. De este modo, con el gato ya convertido en animal sagrado, se asoció a estas deidades con las 9 vidas. Sin embargo, con el paso de los siglos, el gato ha acabado adaptándose por la sociedad a las 7 vidas, probablemente por lo relevante que es el número tanto para la ficción como para la superstición. 

Otra teoría se inclina por pensar que los gatos son criaturas con poderes mágicos, capaces de percibir un nivel sensorial mucho más avanzado que las personas. De hecho, se dice que tienen siete niveles de conciencia. Aunque también se cree que, como los gatos han sido sagrados en muchas civilizaciones, se le atribuyó el número 7, el de la suerte, para representarles dentro de la numerología.

Sea como fuere, lo que está claro es que, si al gato se le siguen atribuyendo tantas vidas, es muy probable que sea por sus extraordinarias cualidades físicas que le ayudan a esquivar a la muerte. Gracias a ello, son capaces de saltar distancias diez veces superiores a la longitud de su cuerpo e incluso de caer siempre de pie.