Son, sin duda alguna, dos de los personajes más conocidos de la televisión de los últimos años. Dos personajes que se cuelan en los hogares de los españoles a través de la pequeña pantalla gracias al popular programa de ‘El Hormiguero 3.0’ de Antena 3, presentado por Pablo Motos.

Nos estamos refiriendo a Trancas y Barrancas, esas hormigas de color morado que salen de debajo de la mesa de Motos cada vez que un invitado visita el programa, y que se han convertido en parte indispensable del programa. Pero, ¿quiénes se esconden detrás de Trancas y Barrancas?

¿Quiénes se esconden detrás de Trancas y Barrancas?

Detrás de Trancas, al que se reconoce fácilmente pues es la hormiga con una única ceja, grande y poblada, labios marcados con dos dientes sobresalientes, antenas y ojos saltones, se encuentra Juan Ibáñez. Por su parte, detrás de Barrancas, que es la hormiga de un solo diente, cabeza alargada, con voz aguda y difícil enfadar, se esconde Damián Mollá.

Juan y Damián son humoristas y han conseguido una perfecta simbiosis para, mientras uno poner la ironía, el otro remata el comentario con un punto de humor, haciendo las delicias de todos los invitados que por allí aparecen para ser entrevistados por Motos y a los que no tienen ningún reparo en poner en los mayores apuros con sus ocurrencias y preguntas.

La relación de estos dos humoristas con Pablo Motos se remonta a tiempos anteriores a ‘El Hormiguero’, pues se conocieron en el espacio radiofónico ‘No somos nadie’.

Cómo nacieron Trancas y Barrancas

Según confesó recientemente durante una entrevista en el propio programa de ‘El Hormiguero’ Jorge Salvador, director del programa, fue Pablo Motos quien hace quince años, cuando se estaba preparando el programa para comenzar con sus emisiones, presentó la idea de sacar “dos muñecos de trapo” durante el mismo.

En un principio “estabas totalmente convencido de que tenía que ser un calcetín con dos ojos”, le recuerda Salvador a Motos, una idea que hizo que el director del programa se enfadase e “intenté convencerte de que esto no era una buena idea” y, fue cuando propuso que fuesen dos hormigas, algo que no parecía convencer al presentador del espacio. “Comenzados a discutir” en la recepción del hotel donde estaban reunidos, desvela Jorge Salvador, quien recuerda que incluso los recepcionistas les llegaron a llamar la atención.

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