BMF ha presentado este jueves un modelo nuevo gestión, que incluye varias reformas, con el que quiere revitalizar el coso de Vista Alegre, que ha pasado a llamarse BIVA (Bilbao Vista Alegre).

El objetivo principal es que el edificio pueda albergar multitud de eventos durante el año con "una apuesta clara por la cultura y el ocio", ha afirmado el representante de la empresa, Manuel Chopera. Para ello, instalará durante los meses de octubre a mayo, a partir de 2020, una cúpula translúcida de 15 metros de altura y con capacidad de hasta 3.500 personas, que cubrirá todo el coso para albergar diferentes actividades no taurinas durante la época invernal.

Los gestores de la empresa organizarán las actividades en tres espacios diferentes: BIVA Plus, la plaza de toros con aforo máximo de 15.000 personas; BIVA Domo, el espacio cubierto por la cúpula; y la sala BIVA Aretoa, el comedor actual que se renovará para convertirlo en un espacio secundario para actividades dirigidas a grupos reducidos.

Los eventos que se pretende promover seguirán dos líneas. Por un lado, continuará la actividad taurina durante toda la temporada estival, en la que además de las Corridas Generales de agosto, se incluirán una feria taurina y 3 "novilladas de promoción" bajo el nombre 'Memorial Iván Fandiño'.

Por otro lado, se acogerán durante el resto del año eventos privados y/o de empresas, y se ofertarán otros de carácter social, cultural, musical o deportivo, como pueden ser conciertos o exposiciones. Aunque también se podrán instalar carpas en el centro del ruedo para actividades no taurinas durante los meses de mayo a septiembre, cuando no esté la cúpula.

El presupuesto para el proyecto, que también incluye reformas que empezarán a partir de esta semana y que está previsto que terminen en abril de 2020, se sitúa en torno a los 3 millones de euros, que se suman al arrendamiento de 250.000 euros por año, para los próximos 15 años con una posible prórroga de 5 más, acordado con el Ayuntamiento.

Con este proyecto, BMF pretende transformar las infraestructuras para hacerlas más accesibles e inclusivas, potenciar el talento y las empresas vascas, y generar actividad económica que repercuta, sobre todo, en los barrios cercanos de Ametzola y Rekalde.