La estimable entrada de público, que cubrió más de la mitad del aforo de Las Ventas, fue la nota más destacada de la corrida celebrada hoy en Madrid, previa al maratón taurino del mes de mayo que arrancará en este mismo escenario el próximo miércoles con la feria de la Comunidad y seguirá con las treinta tardes de San Isidro.

Calerito, que entró en el cartel a última hora en sustitución del lesionado diestro portugués Juanito, abrió plaza para confirmar su alternativa con un ejemplar de emotiva movilidad, ante el que se lució de capote y al que hizo un trasteo voluntarioso pero que no llegó a estructurar con solidez antes de tumbarlo de una estocada fulminante.

Con el fuerte sexto, el sevillano estuvo decidido para domeñar su actitud mansa y a la defensiva para poder así sacarle algunos muletazos de mérito en una actuación responsable que el público supo valorar.

El linarense Curro Díaz, como director de licia, saludó con lucimiento al segundo, que fue fuertemente protestado por sus falta de fuerzas, lo que obligó a abreviar al matador. También toreó bien de capa al cuarto, aunque no acabó de atemperar, por cierta brusquedad en su planteamiento, el carácter del astado en un trasteo premioso y a menos.

Por su parte, David de Miranda sorteó el toro de más claridad del serio lote de Araúz, un tercero de la tarde al que hizo un vibrante quite por gaoneras y al que luego empalmó los muletazos sin excesivo compromiso de terrenos, aprovechando básicamente la clara inercia de las embestidas hasta su buen remate por manoletinas.

El quinto, que hizo una salida muy fría, fue perdiendo celo a medida que el onubense le impuso un mando algo atosigante que le costó incluso una voltereta sin mayores consecuencias, para acabar adornándose por bernadinas antes del broche de un espadazo de rápido efecto que provocó una tibia petición de oreja.