La primera corrida de este encaste casi testimonial en cien años. La primera con el hierro de Reta de Casta Navarra desde que comenzase esta aventura ganadera de la mano de Miguel Reta, ingeniero agrónomo y pastor de los encierros de Pamplona.

Será en Ceret, feudo torista en suelo francés donde peregrinan año a año los aficionados más exigentes, por lo que en palabras del ganadero, “es una responsabilidad muy grande y hay un miedo terrible”.

Según explicó Reta en El Albero, “llevamos 23 años seleccionando ganado de nuestra zona. Llegar a este punto es un sueño, pero da mucho miedo. Aunque vas viendo los resultados en las tientas, si ya es complicado en ganaderías que llevan cien años seleccionando y tienen sus baches, imagínate en lo nuestro...”.

Sobre la selección llevada a cabo en estas tres décadas, el ganadero reconoció que “cuando empezamos en el 97 esto era infumable. Estos animales no estaban hechos para la lidia moderna. Aquí estaban para festejos populares, donde no se sacrifican los animales. Tenían un punto de mansedumbre que les daba una inteligencia para dosificarse. Depurar eso ha sido lo dificultoso. Pero poco a poco vamos dando pasos y que estos toros vayan cogiendo otra forma”.

“Aquí la selección está en el corazón, en el motor”

Unos criterios de selección que Miguel Reta tiene claros: “Aquí la selección está en el corazón, en el motor. No me fijo si la vaca es fea, guapa, si tiene el cuello largo y las manos cortas... aquí tenemos que ver es lo que tiene dentro, que se deje y que tengan un punto de transmisión con ese punto de cierto manoseo que demanda la lidia moderna”.

El criador navarro también relató su trabajo para evitar la consanguinidad y qué métodos utiliza para ello. “Tuve suerte porque mi trabajo está ligado a este ganado y a la recuperación de razas autóctonas dentro del Gobierno de Navarra. Como ingeniero, soy el secretario técnico de la raza betizu. Aquí en Navarra, cuando hubo un problema de tuberculosis hace años, hice un planteamiento de recuperación para cualquier raza. Sobre la casta Navarra, la genética nos hablaba de que había cinco líneas en pureza y eso nos daba bastante diversidad. Dentro de las cinco, dos están sirviendo más para la lidia moderna. Yo mantengo las cinco líneas, pero esas dos y su cruce es lo que mejor nos está ligando”.

Reta también comentó las características de comportamiento de estos animales, cuya lidia “es muy compleja. Son toros que aprenden enseguida, que suelen tener un solo un pitón. La complejidad viene en la entrega en el caballo. En el siglo XIX este toro iba treinta veces al caballo, pero eran picotazos. No eran las varas de hoy en día”.

De las personas que han puesto de su parte para la recuperación de esta casta fundacional, Miguel recalcó la ayuda sobre todo de “Victorino Martín. En cuanto a toreros, al principio venía Juan José Padilla y ahora en los últimos años, el torero de la casa ha sido Alberto Aguilar. Si un torero se enfrenta con oficio y dominio, el toro se entrega. Pero ese requiere de mucha experiencia”.

Lo que tiene claro Miguel Reta es el mantenimiento en pureza de este ganado y lo explicaba con estos argumentos: “En la casta Navarra, a lo largo de los años, tuvo mucha incidencia ganado foráneo de Salamanca, Andalucía... pero para lo que buscaban los ganaderos locales no servía, ya que se necesitaban toros para los festejos populares. Lo que ha permitido que perviva este ganado es que se han cruzado mucho, pero entre ellos. Los otros cruces no servían. Tenemos un nicho de mercado pequeño y tenemos que seguir trabajando para defender lo nuestro”.

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“He sido crítico con las fundas, pero al final he tenido que enfundar”

Sobre la corrida de toros preparada para el debut en la Feria de Ceret, el ganadero adelantó que “tengo animales que me gustan mucho, de mucha presencia dentro de lo que es lo nuestro que es chiquitito. Con mucha cara como gusta a los franceses. Y esperando a ver qué tienen dentro. El tren para una vez por tu casa y hay que aprovecharlo”.

Para finalizar hubo palabras de agradecimiento a Francia: “Es un reconocimiento a todos estos ganaderos de tantos y tantos años de lucha. Va a ser muy complicado, quizá después no vendamos un pitón más en la vida... pero es bonito todo esto. Pero se lo merece la afición francesa por lo fiel que es. Por la verdad que nos han transmitido en el seguimiento de nuestra aventura ganadera. Se merecen todo y tenía claro que mi debut tenía que ser en Francia, y qué mejor que Ceret”