La tala de árboles siempre se relaciona con la actividad ilegal y la destrucción del medioambiente. Sin embargo, en algunas ocasiones puede significar una acción beneficiosa para un bosque o una zona arbolada. Y es que, por ejemplo, eliminar árboles viejos o enfermos ayuda a mejorar la salud de los bosques.

Actualmente, para realizar las labores de tala se utilizan distintas máquinas forestales, pero tradicionalmente se han utilizado caballos para realizar estas tareas. La tala a caballo es una técnica antigua de gestión forestal sostenible que, sin necesidad de grandes máquinas, realiza la misma función con un daño mínimo para el suelo y otras plantas.

Durante los próximos tres meses, los equipos de Operaciones Forestales y Gestión de Tierras de Recursos Naturales de Gales, en Reino Unido, van a ayudarse de estos grandes y fuertes animales para eliminar unos árboles infectados con Phytophthora ramorum.

No perjudicar el medio y producir el mínimo daño posible

Este hongo produce una enfermedad conocida como 'muerte repentina del roble' y puede afectar a otros árboles y arbustos, causándoles su desaparición rápida. La acción forma parte de una alerta fitosanitaria, por la que dichos árboles deben ser talados para poder frenar la propagación de este hongo.

Asimismo, el área boscosa afectada es conocida como 'Fforest Fawr'. Cuenta con 4,7 hectáreas en las cuales, existen numerosos árboles que no deben a ser talados porque se encuentran sanos. Por ello, es necesario tener en cuenta la precisión que han de tener estos trabajos de tala para no perjudicar el medio y producir el mínimo daño posible.

El líder del equipo de operaciones forestales, Chris Rees, ha asegurado que la tala a caballo, en vez del uso de máquinas, ayuda sobre todo en “áreas ambientales sensibles” para producir el menor impacto posible. Además, ha señalado que han utilizado esta antigua técnica “en otros bosques centrales del sur de Gales” y que esperan que, de esta forma, se mantenga viva esta “maravillosa tradición”.

En el año 2019 obtuvieron un premio en la categoría de Sistemas Silvícolas de Bajo Impacto. Este galardón ha incentivado que se vuelvan a utilizar caballos para gestionar los bosques. Igualmente, desde el equipo de operaciones forestales afirman que el objetivo principal de esta intervención es “aumentar la cobertura del conjunto de árboles nativos maduros de hoja ancha mientras se reduce gradualmente los árboles coníferos”.

Por otro lado, los caballos bien cuidados pueden tener una gran musculatura y fortaleza que les sirve para arrastrar y cargar los troncos por zonas a las que, por ejemplo, una máquina no puede llegar sin destrozar una zona de bosque sensible. Rees sostiene que “este antiguo arte de la tala a caballo es una opción viable y sostenible en las operaciones forestales modernas”.

Hasta que finalice esta acción, han explicado que tanto los caballos, como los vehículos donde se transporta a estos, las provisiones que aseguran su bienestar y el equipo asociado se establecerán en dicho lugar.

Aunque la zona natural no va a cerrar, han pedido a los visitantes que no dejen sueltos a los animales tanto dentro como alrededor del recinto, y también, que respeten las señales de seguridad y los desvíos.