En los más de 200 años de historia del sorteo de la Lotería de Navidad, el azar ha sido el papel clave. Las probabilidades de que cualquiera de los números sea agraciado con el Gordo son las mismas, sin embargo, solo hay dos números que han obtenido este premio en dos ocasiones. Se trata del 15.640 y el 20.297. El primero de ellos fue el primer premio en el año 1956 y en el 1978, mientras que el segundo tuvo esa suerte en 1903 y 2006.

El 15.640 y el 20.297, los dos únicos números que han repetido como el Gordo de Navidad

En 1956 el premio estuvo repartido por distintas zonas del país, barrios de Madrid como Delicias, Embajadores o Carabanchel estuvieron entre los agraciados, y otras ciudades como Zaragoza, Gijón o Sevilla también corrieron esa suerte. Poco más de veinte años después, la suerte fue a parar a la fábrica de Muebles Malia, un Gordo que resolvió el conflicto laboral en la empresa. Los trabajadores acudieron el 22 de diciembre a su puesto de trabajo, dispuestos a ir a la huelga para cobrar la paga extra de Navidad, cuando a mitad de mañana se toparon con la suerte.

Por su parte el 20.297 llevó la suerte en 2006 a Soria. Era la primera vez que la provincia castellanoleonesa resultaba agraciada con el premio Gordo, casualmente en la región de España donde tradicionalmente más lotería se reserva por habitante. Más concretamente, la suerte fue a parar a Almazán, donde se vendieron el 69% de los décimos de dicho número.

Aunque el Gordo solo haya estado 'repetido' en dos ocasiones, hay otras coincidencias curiosas en cuanto a los números premiados en el sorteo de la Lotería de Navidad. En cuatro ocasiones, el primer premio ha tenido las tres últimas cifras iguales, se trata del 25.444, 25.888, 35.999 y 55.666. Respecto a las terminaciones de dos cifras más repetidas, la 85 ha caído en siete ocasiones, mientras que la 57 en seis y la 75 y la 64 en cinco.

El azar es el único culpable de los premios de la Lotería de Navidad, tanto de los premios con más cuantía económica como de aquellos que tocan en la famosa pedrea de los 1.000 euros. Aún así, son muchos los supersticiosos que apuestan por el mismo número siempre, que buscan alguno con un significado sentimental especial o que incluso comprar los que siempre llevaban sus familiares años atrás.

Otro de los gestos habituales es el de comprar el número que ha salido como el Gordo para jugarlo al año siguiente, con la esperanza de que la suerte caiga de manera consecutiva sobre las mismas cinco cifras, algo que hasta el momento, no ha ocurrido en ninguna ocasión.

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