Seguro que en muchos momentos en los que no sabías qué comer, te has decidido por tomar algo rápido que tengas en la despensa. Y, lo que suele aparecer en esos lugares son las típicas latas de conserva, que la mayoría de los mortales guarda en sus hogares, para cuando surgen estos instantes en los que vas con prisas o se te ha olvidado hacer la compra, y no sabes qué llevarte a la boca. Aquí es cuando te salva este tipo de alimento. Pero, cuidado, porque normalemente la caducidad de las conservas suelen ser a largo plazo. Sin embargo, a veces, no sabemos sí, a pesar de que no se haya pasado de fecha, está en buen estado o no. Para ello, en cope.es hemos realizado una recopilación de las señales que nos dicen si la lata de conserva que tenemos está en condiciones o si, por el contrario, es mejor deshacernos de ella.

Las conservas son muy consumidas y muy populares entre la población. De hecho, podemos acudir a ellas en cualquier momento y lugar, salvándonos en muchas ocasiones a la hora de comer algo, ya sea durante el almuerzo o en la cena. Aunque la lata esté hermética y pensemos que se está conservando a la perfección, hay veces que este tipo de alimentos pueden echarse a perder. Esto se debe a un defecto de fábrica. Y es que, si la lata no está bien sellada al vacío, es muy probable que a los pocos días ya no se pueda comer. No obstante, también hay una serie de señales externas que nos indican que la lata está en mal estado.

Señales del mal estado de una lata de conservas

La comida que está enlatada suele durar hasta cinco años en la despensa. De hecho, las latas están fabricadas para que tengan esa longevidad. Pero uno de los motivos más comunes por los que, a veces, hay que prescindir de ese alimento es porque el sello de la tapa no es lo suficientemente hermético como para preservar el vacío correctamente. Hay más factores que hacen que una lata de conserva se ponga en mal estado:

• La tapa se mueve: hacia arriba o hacia abajo. Esto es síntoma de que la lata ha tenido un almacenamiento y conservación inadecuados. Además, a temperaturas superiores a 24 grados también aumenta la pérdida de nutrientes en estos alimentos.
• Las latas con un golpe o una abolladura: esto implica que el sello hermético no sea el adecuada, con el consiguiente riesgo de exponer al alimento a bacterias dañinas.
• La lata oxidada: una alta humedad puede hacer que la lata se oxide, lo que incrementa el riesgo de que se produzcan agujeros en la misma.También, si se mantiene durante un largo periodo de tiempo almacenada puede corroerse.
• Una lata hinchada: esto puede deberse a una congelación interna (porque se haya dejado a muchos grados bajo cero) y se hincha porque la comida se ha expandido al estar en este estado. Pero también se puede hinchar a causa de una bateria, una de las más peligrosas que puede tener un alimento, el Clostridium botulinum. Cuando veamos una lata en esta situación lo mejor es rechazarla.
• Espuma o burbujas al abrir la lata y mal olor: es posible que esto ocurra o que tenga mal aspecto. En este caso sucede lo mismo que en la anterior señal, hay que prescindir de ella. Además, si el alimento sale como una explosión también es síntoma de mal estado. Esto es debido a la acumulación de gas dentro de la lata, lo que hace que se acumulen bacterias anaerobias (estas son las que pueden sobrevivir y multiplicarseen ambientes que no tienen oxígeno).