Uno de los ingredientes característicos de la cocina española es el ajo. Este alimento aparece en un gran número de recetas y lo utilizamos de mil maneras para cocinar, pero tiene un pequeño inconveniente su olor. Siempre que pelamos un ajo, lo cortamos, lo troceamos… en definitivas cuentas, lo manipulamos se nos queda impregnado ese olor tan característico del ajo. Por mucho que lavamos nuestras manos ese olor no desaparece y nos pasamos horas con esa esencia en nuestras manos. Pero existe un truco muy efectivo para hacer que desaparezca.

El Truco para evitar que te huelan las manos a ajo

Siempre que manipulamos un ajo a continuación nos lavamos las manos con agua y jabón, pero el secreto está en hacerlo de forma distinta. Para que el olor a ajo desaparezca de nuestras manos debemos lavarnos las manos, pero sin frotar, ni utilizando jabón. Simplemente dejando nuestras manos debajo del grifo, dejando que el agua caiga por ellas, sin frotarlas, ese punto es fundamental, haremos que el olor no penetre en nuestra piel y desaparezca. Después nos las secaremos normal como si nos hubiéramos lavado de la manera habitual. Tan sencillo y fácil como eso.

Las propiedades del ajo a la hora de utilizarlo en nuestros platos

El ajo es fundamental en la dieta mediterránea, sus características son muy beneficiosas pare la salud, como sus niveles de magnesio, vitamina B6, C, selenio y bajo nivel en calorías. Muchos estudios han demostrado que el ajo es muy favorable para las personas con hipertensión arterial, con el colesterol alto y diabetes mellitus tipo 2. El uso del ajo en nuestros platos evita que echemos más sal a estos y nos aporta nutrientes y protección al organismo.

La Fundación Española del Corazón recomienda incluir el ajo en nuestras dietas, no solo para reducir los niveles de colesterol malo y proteger a nuestro corazón, sino también como remedio depurativo, antiséptico y antibacteriano.