La Navidad ya está aquí. En escasos días, y casi sin darnos cuenta, nos hemos metido de lleno en el mes de diciembre, con todo lo que esto significa. Estamos a poco más de una semana de despedir el 2022 y eso quiere decir que en nada nos sentaremos a cenar en Nochebuena con nuestros familiares y amigos. Haremos lo mismo para comer el día 25 y repetiremos la situación la siguiente semana para Nochevieja y Año Nuevo, añadiendo, eso sí, las 12 uvas.

Son muchas comidas y cenas en escasos días en las que el cuerpo acaba notando los excesos. En primer lugar, porque habitualmente no estamos acostumbrados a tal cantidad de ingesta de comida de manera continuada, por lo que nos notamos más pesados e hinchados. Algunos, incluso, cogen algunos kilos a raíz de estos días.

Además, a nivel de salud, no suelen sentarnos bien estos excesos. Por ello, es recomendable 'preparar' nuestro cuerpo con una especie de 'desintoxicación' previa. No se trata de seguir una dieta estricta, pero sí de realizar pequeños cambios en nuestra alimentación antes de los días donde comemos más de lo habitual.

Los cinco grupos de alimentos que debes potenciar antes de Navidad

En primer lugar, los días previos a las comidas más copiosas debemos aumentar el consumo de verduras. No hay una variedad que sea mejor que otra, pero su importancia viene de que durante las fiestas no es tan frecuente comerlas, por ello hay que aumentar su ingresa previamente.

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En cuanto a la fruta, es importante elegir aquellas que son de agua o cítricos, como puede ser el melón o la piña y la naranja o el kiwi, respectivamente. En este sentido, es importante evitar aquellas que tienen más azúcar como pueden ser las uvas, pero aumentar el consumo de fruta en general es muy beneficioso.

En el apartado de los lácteos, antes de Navidad o Nochevieja podemos apostar por yogures, leche desnatada o quesos que sean suaves. Por contra, es mejor evitar la nata o la mantequilla. En materia de carne y pescado, la tendencia que será más beneficiosa es optar por aquello que sea más ligero como el pollo o el pavo, evitando la carne más pesada, como puede ser la de vaca o la de cordero. En términos generales, elegir elaboraciones a la plancha, al horno o al vapor será lo mejor.

Por último, los líquidos juegan un papel clave en nuestra dieta, más si cabe en estas fechas. Por ello, es importante beber mucha agua, así como infusiones. En el lado opuesta, se debe reducir el consumo de alcohol y de bebidas gaseosas, ya que consumiremos más cantidades que habitualmente en los encuentros familiares, aunque solo sea por la cantidad de comidas y cenas que celebramos en días muy seguidos.