El frío es el principal culpable de los resfriados durante el invierno que pueden desembocar en amigdalitis, faringitis o cualquier otra infección. Para combatirlas los médicos recetan antibióticos que acaban con las bacterias tanto buenas como malas. Los probióticos ayudan a mejorar las ‘bacterias buenas’ de nuestro cuerpo, encargadas de mantener un equilibrio de las bacterias en el estómago.

Además, refuerzan el sistema inmunológico, es decir, las defensas que tiene nuestro cuerpo que luchan contra los organismos infecciosos. Los probióticos son alimentos o suplementos que tienen microorganismos. También pueden previene enfermedades o problemas digestivos como el síndrome del intestino irritable. No solo los antibióticos destruyen estas bacterías, también los alimentos con conservantes pero... ¿qué productos son los próbioticos?

Yogur: Tiene que ser entero y sin aditivos.

Kéfir de leche: Es un producto lácteo parecido al yogur líquido, fermentado a través de levaduras y bacterias. Se hace con el hongo de kéfir y contiene ácido carbónico.

Kéfir de agua: Se necesita un hongo de kéfir de agua distinto al de la leche. Es un tipo de bebida con burbujas, se le puede añadir limón, pasas o higos para ir variadno su sabor. 

Kéfir de raíz de jengibre: Su sabor es parecido al de su limonada. Este tipo de kéfir es similar al de agua pero añade como ingredientes el jenjibre y el sipore de caña, que se obtiene exprimiendo las cañas de azúcar. 

Chocolate negro: Tiene que contener a partir del 80 % de cacao sin azúcar añadido.  

Pan de masa madre: La masa madre está formada por harina y agua que fermenta de forma natural.

Queso blando: El queso cuando está en su proceso de maduración sus proteínas, grasas y carbohidratos de la leche se descomponen y transforman a través de la digestión microbiana que generan nuevas sustancias.