El huevo es uno de los alimentos más socorridos que podemos tener en nuestra cocina, sencillo de cocinar, versátil y barato. Sobre él se han escrito muchas páginas, cómo hacerlos en el microondas, freirlos sin que salte el aceite, increíbles trucos para pelarlos cuando están cocidos sin que se rompa lo más mínimo de su clara o la forma correcta de batirlos para que la tortilla quede esponjosa.

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Peor hay más. Bien por las las prisas o la poca maña, parece inevitable que cuando cascamos uno se nos caiga un trozo de cáscara en el plato, justo encima del huevo. Tratar de sacarla puede resultar una tarea delicada, ya que si utilizamos la mano o un tenedor corremos el riesgo de romper la yema, ya que nos enfrentamos a una superficie sensible y resbaladiza.

Pues bien, ahí va el truco;moja la punta del dedo con una gota de agua y ponlo suavemente sobre la superficia del trozo de cáscara que se ha caído en el huevo. De esta manera se quedará pegado como un imán y atraparemos de la forma más limpia posible los restos de cáscara que se hayan podido 'colar' al cascar en dos el huevo

CON LA MISMA CÁSCARA

Poer cuidado porque hay otro método, que apuesta por tratar de retirarla con la misma cáscara del huevo a modo de cuchara, que no es nada recomendable ya que precisamente en la superficie de la misma cáscara del huevo es donde se alojan las bacterias de la salmonella. "Aunque el huevo venga de gallinas libres de esta bacteria, esta puede encontrarse en otros alimentos crudos o mal manipulados, en los utensilios o superficies de la cocina o en las manos de quien los manipula. Por ello hay que seguir pautas de manejo higiénico para que los huevos y los alimentos que lo contienen sean seguros", advierten desde la Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos (INPROVO).

Un aspecto esencial para garantizar la seguridad alimentaria a la hora de consumir huevos es que su "conservación, manejo y preparación en la cocina se realice en condiciones higiénicas. La riqueza nutricional del huevo hace que, una vez que se ha cascado, si queda expuesto a la contaminación ambiental, los gérmenes se multipliquen con rapidez", explican.

Desecha los #huevos con la #cascara rota. Consume antes, y bien cocinados, los que tengan defectos (fisuras o suciedad) y los menos frescos (en torno a la fecha de consumo preferente). Puedes usarlos cocidos, en rebozados o bizcochos.Y mantenlos en el frigo desde la compra.����

— ASEPRHU (@ASEPRHU) October 16, 2020

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¿LAVAR LA CÁSCARA?

Entre las recomendaciones más importantes para evitar intoxicaciones alimentarias y eliminar posibles microorganismos patógenos, así como elementos químicos, se encuentra la higiene y desinfección de los alimentos. Sin embargo, existen algunos alimentos, como el huevo, para los que se desaconseja expresamente su lavado. Según la OCU, los huevos no deben lavarse con agua, aunque veamos su exterior cubierto de heces, tierra o paja.

La cáscara del huevo se caracteriza por ser porosa y está compuesta por una fina capa de cutícula impermeable que impide que los gérmenes pasen al interior. Al lavar el huevo, se corre el riesgo de eliminar esa fina capa y favorecer la penetración de bacterias dentro de la cáscara.