Dejando de lado que existen personas alérgicas a laspicaduras de avispasy para ellos supone un peligro real, muchos de nosotros nos ponemos de los nervios cuando nos encontramos en una habitación cerrada en la que ha entrado uno de estos insectos. Es por ello que te damos el truco para espantarlas sin riesgo de que sientas la punzada del aguijón, así como algunas técnicas para que ninguna de ellas se acerquen a tu casa o apartamento.

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que, una vez nos pica una avispa libera feronomonas que, a su vez, atrae al resto de miembros de la colonia. Es por ello que los expertos aconsejan alejarnos inmediatamente del lugar del accidente para evitar un posible efecto llamada y un ataque masivo. Y es que, por regla general, nos atacan como mecanismo de defensa para proteger sus nidos, y lo hacen de manera habitualmente en épocas de verano, aunque todavía no podemos bajar la guardia en los primeros días de calor de otoño. También debemos tener en cuenta que, aunque las picaduras de estos himenópteros pueden resultar dolorosas y de lo más molestas, son vitales para mantener el ecosistema.

El truco para ahuyentarlas sin que piquen

Encontrarse en habitaciones cerradas y con poco espacio y que aparezca una avispa puede provocar situaciones de ansiedad en muchas personas. A veces podemos intentar espantarlas con un trapo o una zapatilla y eso puede provocar únicamente que las asustemos y saquen el aguijón a pasear para defenderse, resultando al final contraproducente. Por ello tenemos que tener en cuenta que las avispas no soportan ciertos tipos de olores que podemos usar en su contra.

Uno de ellos son los cítricos, muy presente en algo tan común como un limón. Podemos probar a abrir uno y llenar la habitación de su aroma, así como velas con este olor o, incluso, la propia cáscara de la fruta. Hasta podemos crear una suerte de fragancia con agua y esparcirlo con un pulverizador o 'flus flus'. Otro de los elementos que podemos usar y contiene un fuerte olor repelente es el vinagre, pero su aroma deja peor rastro.

Cómo evitar que se acerquen

Para los más previsores también hay métodos para no tener que llegar al punto de espantar a las avispas, sino que directamente no se acerquen a nuestra terraza o a nuestra casa. La forma más simple de hacerlo es colocando plantas como el eucalipto, el laurel, la menta, la citronela, la lavanda o la albahaca en nuestra terraza, en el patio o en la ventana.

Pero, en cualquier caso, hay algunos consejos que nos pueden ser muy útiles para sortear picaduras. El primero y fundamental es no acercarnos a los nidos, quedarnos quietos cuando una de las avispas se pose sobre nuestro cuerpo o incluso no utilizar ropa de colores vivos. También debemos evitar caminar descalzos en zonas llenas de flores o manipular fruta y comida al aire libre, así como dejarla sin un pal que las tape del calor.