El actor Miguel Rellán no tiene ningún género de dudas cuando se le plantea la pregunta de si un artista debe mojarse políticamente, tal y como hace él en redes sociales. “¿Por qué no? ¡Naturalmente! ¡Claro!”. Y añade: “El actor es un ciudadano que tiene todo el derecho a hacerlo y, seguramente, más responsabilidad, ya que tiene -como yo ahora- un micrófono delante, a diferencia de una persona anónima”.

Sobre las redes sociales, Rellán admite que “es verdad que ahora cualquiera vocifera”. Para él, “no es tan malo que la gente rebuzne como que haya gente que esté dispuesta a creerse esos rebuznos”.

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"Vamos a exigir cuentas a los políticos, que son nuestros servidores y los hemos mal acostumbrado"

Se define a sí mismo como “optimista” y hace, globalmente, una lectura positiva sobre cómo ha evolucionado el panorama político español desde la muerte de Franco hasta el día de hoy. Remarca, por ejemplo, el gran cambio en el rol de la mujer. “El parlamento hace dos días estaba lleno de tíos con chaqueta blanca, falangistas. Si llega a haber una mujer, se hubiesen levantado y le habrían dicho: ¡¿Qué haces?! ¡A planchar!”. En este sentido, Rellán celebra la cantidad actual de diputadas y el hecho de que la presidenta del Congreso sea una mujer: “Es un logro, ¡con qué naturalidad lo hemos adoptado!”

No obstante, el artista admite que también hay claroscuros: “Se hace evidente muchas veces que tenemos unos políticos mediocres, que discuten de una manera infantil y tonta”. Y agrega: “Pero los elegimos nosotros. Tenemos que espabilarnos. Vamos a exigirles cuentas, que son nuestros servidores y los hemos mal acostumbrado”.