A pocas semanas de cantar ante doscientos millones de espectadores en todo el mundo, COPE.es ha mantenido una distendida conversación con Miki, el representante de España en el festival de Eurovisión 2019. En dicha entrevista, el 'triunfito' nos ha desvelado algunos de sus secretos profesionales pero, sobre todo, personales: cómo lleva la fama, la relación con sus excompañeros de 'Operación Triunfo' o su convivencia doméstica con Joan Garrido. Tras someterlo a un juego gastronómico y sensorial, abordamos estas y otras cuestiones con el catalán.

El cantante destacó en la academia de OT por su feminismo.  Cuenta que el pasado 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora, quiso aportar su “granito de arena” borrando sus ‘stories’ y no publicando nada en redes sociales durante la jornada para no “desviar” la atención respecto a las reivindicaciones de las mujeres. Asimismo, considera que el lugar que los hombres deben ocupar en estas manifestaciones es “detrás” y apuesta una vez más por el uso del lenguaje inclusivo: “No cuesta nada decir ‘vosotros’ y ‘vosotras’, ‘los’ y ‘las’; es medio segundo más”.

“No cuesta nada decir ‘vosotros’ y ‘vosotras’, ‘los’ y ‘las’; es medio segundo más”

Curiosamente el representante de España en el festival de Eurovisión de este 2019 en Tel Aviv vivió encerrado en las instalaciones de Operación Triunfo en Terrassa (Barcelona), la misma localidad de donde es. Ahora ha conocido Madrid y la ve “majestuosa”. Sin embargo, echa de menos su ciudad natal, la cual, aunque cuenta con 215.000 habitantes, “es como un pueblo” para él.

Miki asume la popularidad como algo intrínseco a su trabajo. Incluso está agradecido de que la gente le pare y le pida fotos". No obstante, también ha vivido situaciones algo incómodas. Por ejemplo, en un viaje en AVE hacia Madrid le despertaron haciéndole una fotografía con flash muy cerca de su cara. En otra ocasión le pidieron que firmara una frente con permanente. Sí se pregunta muchas veces cómo sería asistir a una concierto -u otro evento social- sin que le parasen tanto y sin que su presencia despertase tanta expectación. Pero lo asume con naturalidad.

“Estoy agradecido de que la gente me pare y me pida fotos"

Los triunfitos de la edición de 2018 cuentan con un chat de grupo en Whatsapp, cuya actividad parece ser trepidante: “Hay 200 mensajes por minuto”. Confiesa que se lleva especialmente bien con Natalia, Alba, Julia, Dave y María. Con esta última habla mucho por teléfono porque a ambos no les gustan los mensajes de texto.

El cantante está a dieta y hace ejercicio. Confiesa que detectó que en las últimas estrofas de ‘La venda’ se quedaba sin aire y “eso no puede ser”. Por eso lleva una alimentación sana, no pica entre horas e incluso corre mientras canta la canción con la que intentará seducir a Europa “para coger fondo”.

Inseparables ya en la academia, Miki vive con Joan Garrido en un dúplex con su familia. Los dos músicos coinciden poco en casa y no son de montar fiestas: “Cuando coincidimos nos gusta estar tranquilos”. La integración de su compañero de concurso -y amigo- en su familia es tal que incluso tienen un grupo de Whatsapp donde tratan cuestiones como quién cocina.

“Solo me puedo ver feliz encima de un escenario”

Interrogado sobre cómo se imagina su vida en diez años no tiene ningún género de dudas: “Solo me puedo ver feliz encima de un escenario”. Admite que le da “bastante miedo” el fracaso. Sin embargo, a día de hoy asegura que es “muy feliz”. Para él, las claves de la felicidad son “relativizar, ser optimista y tener fuerza de voluntad”.