Cuando el speaker recitaba por la megafonía del estadio la alineación titular del PSG, el público se dedicó a pitar. Sin embargo, cuando sonó el nombre de Mbappé, el público le dedicó una corta pero intensa ovación. Todo lo contrario que a Leo Messi: cuando el nombre del ex jugador del Barça resonó en el estadio, los decibelios de la pitada fueron atronadores.