El galés Aaron Ramsey era sin ninguna duda el jugador más conocido para el gran público de los 17 que saltaron al césped del Ramón Sánchez Pizjuán con la camiseta del Rangers este miércoles en la final de la Europa League.

Centrocampista talentoso, con solo 17 años en 2008, el Arsenal se hizo con sus servicios tras despuntar en un Cardiff City que se plantó en la final de la FA CUP. En el Emirates pasó 11 temporadas evolucionando a las órdenes de Arsene Wenger hasta convertirse en uno de los mejores de Europa en su posición.

Famoso por sus condiciones como futbolista lo es también, negativamente, por ser acusado de una famosa maldición y es que durante años cada vez Aaron Ramsey marcaba un gol con la camiseta del Arsenal, algún personaje conocido acababa perdiendo la vida, tanto es así que se le apodaba 'el asesino de famosos'.

Las malas lenguas dicen que todo comenzó el 3 de mayo de 2011 con la muerte de Osama Bin Laden. El día antes Ramsey había dado la victoria a los gunners ante el Manchester United. Su siguiente tanto fue el 2 de octubre ante el Tottenham, a los pocos días perdía la vida Steve Jobs, fundador de Apple.

A Ramsey se le acusa también de ser 'culpable' de la muerte de personajes como Muamar el Gadafi (20/10/2011), Whitney Houston (11/02/2012), Chavela Vargas (05/08/2012), Paul Walker (30/11/2013), Robin Williams (11/08/2014), David Bowie (10/01/2016), Nicky Hayden (22/05/2017) o Roger Moore (23/05/2017) entre otros.

De hecho, con cada gol de Aaron Ramsey las redes sociales se llenan de comentarios acerca de su maldición. El galés suele volverse tendencia mientras los aficionados debaten qué famoso será el próximo en perder la vida.

Ahora el medio galés pasará también a la historia del Rangers. Su fallo en el cuarto penalti de la tanda le costó el título al cuadro escocés que estuvo muy cerca de levantar el segundo trofeo continental tras la Recopa de 1972. Entró en el minuto 117 de la prórroga para tirar uno de las penas máximas de la tanda. Consolidado especialista se acercó con confianza al balón, pero su disparo, demasiado centrado, fue despejado con la pierna por Kevin Trapp y aumentó la leyenda negra de mal fario de Aaron Ramsey.