El partido entre Argentina y Países Bajos estuvo plagado de roces. Fue un choque tenso y bronco en el que Mateu Lahoz batió el récord de amonestaciones en un encuentro de la Copa del Mundo con 17 tarjetas amarillas. Durante los 120 minutos los dos equipos chocaron sobre el césped y las tensiones y las cuentas pendientes se cobraron al final en una lamentable imagen que ha dado la vuelta al mundo.

Este sábado no se habla de las paradas del 'Dibu' Martínez en la tanda de penaltis, tampoco de la genial jugada de estrategia de Países Bajos en el último minuto con la que Weghorst llevó el partido a la prórroga. La gran protagonista es la fotografía viral tomada justo después del quinto penalti lanzado por Lautaro Martínez y en la que se aprecia como varios futbolistas de la albiceleste se burlan de sus rivales mientras emprende la carrera para celebrar el pase a semifinales.

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Esto desató la ira de los neerlandeses y el partido finalizó con otra trifulca sobre el césped, algo menos grave que la que se produjo minutos antes y que fue la que terminó de caldear el ambiente cuando Leandro Paredes pegó un pelotazo al banquillo de los Países Bajos y Van Dijk se corrió medio campo para pegarle un tremendo empujón. Antes de ese momento hubo varias entradas feas y choques dialécticos en un choque muy movido.

Los argentinos se defienden de lo ocurrido y aseguran que reaccionaron así porque varios jugadores neerlandeses rodearon a Lautaro Martínez antes de que lanzara el penalti e intentaron desestabilizarlo y ponerlo nervioso. "Esas fotos están sacadas de contexto. Había un jugador de Holanda que en cada penal que íbamos a patear, iba hacia al pateador y le decía algo. Llega un punto que... me salió hacer eso. Después fui a festejar con los compañeros y estamos felices por el pase", aseguró Otamendi.