Mauricio Pellegrino es un buen entrenador. Ha dotado a este Cádiz de orden, sobriedad por momentos y herramientas para ganar partidos. Sin embargo, la sensacióne es que el técnico aún no es consciente de la situación límite que vive este equipo. A tres puntos de la permanencia cuando ya solo quedan 21 en juego.

Porque este Cádiz compite, no se duda, disputa los balones divididos, es un equipo medianamente ordenado pero todo ello no basta ahora mismo. Sería ideal en la jornada 5 del campeonato, pues a la larga podría dar la salvación, pero ahora mismo este equipo necesita más empuje y sobre todo más valentía.

Ante un Barcelona plagado de suplentes, el Cádiz estuvo bien pero no fue capaz de meter miedo al rival y demostrar que se jugaba la vida. Un gol inadmisible en un saque de esquina con chilena de Joao Félix era suficiente para el equipo de Xavi que se encontró con un mejor Cádiz en la segunda parte pero sin las ocasiones suficientes para sumar al menos un empate.

La derrota deja todo como estaba, merced a las derrotas de los rivales, pero eso sí obliga al Cádiz a prácticamente ganar en Montilivi ante el Girona.

El análisis de Pellegrino

Mauricio Pellegrino se mostraba como siempre. Gane o pierda su equipo el argentino no cambia su estado de ánimo públicamente y tras la derrota frente al FC Barcelona el técnico trataba de explicar un choque que se le escapó al cuadro gaditano por muchas razones, pero sobre todo porque una vez más concedió un gol perfectamente evitable.

«Nos vamos con la sensación de haber competido bien aunque el gol del Barça nos dolió. Nos faltó un poco de calma para asociarnos en el último tercio del partido, pero estuvimos en el partido metidos hasta el final. Este tipo de rivales te pueden matar y nos ha faltado lo que se necesita hasta el final, que es esa efectividad«, destacaba el entrenador argentino.

A Pellegrino se le vio bastante enfadado tras el choque por la última acción en la que un despeje en el saque de esquina del Cádiz acabó tocando en una cámara. El árbitro decidió que el balón era del Barcelona. «Cuando da el balón en la cámara pensé que tenía el balón un jugador nuestro, pero no fue así. Pienso que ha sido un buen arbitraje dentro de todo».