Un año más se avecina un nuevo cambio de hora, cuando muchos pensaban que esto ya sería historia. Esta próxima madrugada, cuando el reloj marque las 3.00 tendremos que atrasar los relojes una hora. Se trata del nuevo horario que se mantendrá hasta el 31 de marzo, cuando se adelante la hora y comience el de verano.

Lo bueno de este cambio es que en otoño ganamos una hora de sueño, pero para muchas personas también supone inconvenientes. El sol saldrá más temprano, pero anochecerá mucho antes.

Nuestro cuerpo se rige por ciclos de luz y oscuridad. Funciones como el sueño, la producción de hormonas e incluso la temperatura corporal, están asociados a esos ciclos de 24 horas. Si lo modificamos puede provocar cambios en nuestro organismo. Algunos están más irritados, otros sufren de somnolencia o falta de apetito...

También atrasar el reloj una hora puede afectar a la hora de irnos a la cama, porque nos levantamos antes pero también nos entra sueño mucho antes.

Para nuestro reloj biológico resulta más fácil adelantarse una hora que no retrasarse. También solemos ir un poco deprivados de sueño. Lo mejor de este día es que tenemos la oportunidad de dormir una hora más.

Todo dependerá de tu capacidad de adaptación. Las personas mayores les cuesta más porque suelen tener una fase de sueño más adelantada. En este caso se han de ir a dormir más tarde y eso les resulta más complicado. Si pensamos en los niños pequeños, ellos también lo notarán porque es probable que se levanten más pronto de su hora habitual al no tener, en general, falta de sueño acumulada.

Somos seres adaptados a dormir de noche y permanecer actios durante el día. En las horas nocturnas nuestro cuerpo comienza a segregar melatonia, la hormona que nos ayuda a dormir. Si se hace de noche antes, se provoca un cambio, ya que se comenzará a segregar antes. Por lo tanto el sueño se nos adelantará.

Vivas donde vivas en España, la exposición a la luz en invierno se verá más reducida que en verano. Lo mejor es adelantarte a los cambios, por lo que lo mejor es que hoy te acuestes media hora antes, y levántate al día siguiente a la hora que normalemente de despiertas.

Como el cambio de hora se produce en un fin de semana, lo más normal es que te acuestes y te levantes más tarde, pero dentro lo que puedas intenta no excederte. Eso sí, el domingo adelanta tus rutinas para así poder adaptar tu ritmo al comienzo de semana.

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Te proponemos estas pautas:

• Rutina de sueño con horarios fijos para dormir y despertarte.
• Evita las siestas hasta que te hayas acostumbrado al nuevo horario
• Evita las cenas pesadas y no te acuestes reción cenado. Lo mejor es tomar alimentos ligeros y con poca grasa.
• Menos cafeína y alcohol. Esto te ayudará a conciliar el sueño.
• Si vas a practicar deporte, hazlo al menos dos horas antes de irte a la cama
• Evita la luz blanca, de móviles, tablets, ordenadores, televisiones... antes de dormir.

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