En los próximos días el Granada disputa tres partidos que deben clarificar su futuro. Este viernes (21,30) recibe al Alavés, el jueves día 8 de diciembre (21 h.) juega en la Rosaleda ante el Málaga y el domingo posterior, día 11, el Burgos visita la instalación rojiblanca. Conseguir buenos resultados permitiría al equipo volver a conectarse con la zona de ascenso. Caso de no lograrlo, y teniendo en cuenta que está a punto de concluir la primera vuelta, cuyo último encuentro se disputará el sábado 17 de diciembre en Lugo, será ya muy complejo alcanzar los objetivos.

Partidos complicados

Son tres partidos muy difíciles. Primero ante el líder, luego un equipo que tiene necesidad imperiosa de puntuar dado su situación agónica y el Granada es experto en devolver la vida deportiva a estos rivales y por último el conjunto revelación de la temporada. Si esta serie de encuentros no ofrece los resultados apetecidos, todo hace indiciar que las expectativas levantadas en torno a la plantilla habrían estado muy por encima de lo se ha logrado.

Incógnitas

Son muchas las incógnitas que presente el duelo frente al Alavés. La opción de volver a jugar con tres centrales, ocupando Víctor Díaz una posición entre el líbero en defensa y el medio centro en ataque, la posibilidad de recuperar a jugadores llamados a decir mucho más de lo que hemos visto durante esta campaña como Rochina, saber si el centro del campo contará con más efectivos natos que en el planteamiento frente al Leganés, después de la recuperación de Petrovic y muy especialmente si el guardameta del filial, Adri López, dispone de las garantías necesarias para cubrir la portería del equipo.

Puertas y Cabaco son duda y están descartados, a priori, Bodiger, Torrente, Ferrerira y Sergio Ruiz. El Alavés solo tiene la baja de Sylla.