Ha muerto Antonio Jesús Martínez Navarro, caminante de la historia. Maestro, escritor y, sobre todo, cronista de la historia grande y pequeña de Huelva.
Durante muchos años, le hemos visto caminar deprisa por la calles de Huelva, con un maletín gastado, lleno de documentos y fotografías de la historia de Huelva y sus gentes, como testigo del pasado, ejemplo del presente y advertencia del futuro.
Antonio Jesús, nacido en Melilla en 1948, ha mantenido una larga lucha contra el cáncer de páncreas, y ya está en las marismas del cielo.
En vida, dedicó gran parte de ella a vigilar y defender los valores históricos, culturales, artísticos y peculiares de Huelva.
En Huelva Información publicó una apasionante “Historia Menuda” de Huelva que quedará en los anales del periodico.
En ella, Antonio Jesús, enfocaba a la historia como el testimonio de los tiempos, luz de verdad, vida de la memoria, maestra de la vida y anunciadora de lo porvenir.
Cuando hablabas con él (lo hice muchas veces), o lo veías en el Archivo Municipal, la Universidad o en el Museo dialogando con algún arqueólogo, me parecía un profeta que sólo miraba hacia atrás.
Pero no. Martínez Navarro era un cronista e historiador que soñaba cada día con la defensa de las señas de identidad, costumbres y tradiciones del presente y futuro de esta ciudad.

“¡RECUERDO A LOS AMIGOS...!

Sólo había que verlo, en el Nuevo Colombino, en un partido del Recre, animando al decano con su camiseta blanca y azul.
Como profesor y maestro tenia una formación humanística que le ayudaba a realizar sus actividades y trabajos de investigación, publicaciones, libros, artículos de prensa, escritos sobre Huelva.
A Martínez Navarro tuve el honor de concederle y entregarle la distinción de “Onubense del Año”, (¿a quién mejor...?)
También compartí con él uno de los momentos más felices de su vida (dicho por él), el día que pudo ver su nombre puesto en una calle de la ciudad a la que tanto quería, sin haber nacido en ella.
Amigo Antonio, ¡te vamos a echar mucho de menos!. Tu lucha por conservar y consolidar la memoria histórica para las generaciones venideras, siempre estará en nuestro recuerdo.
No sé quien seguirá tus pasos, tu importante labor histórica y social. Alguien lo hará. Pero será difícil igualarte.
Porque tú fuiste el escribano libre de los acontecimientos cotidianos. Dejaste constancia de ellos en tus libros, crónicas y publicaciones, en la delicada tarea de ser el historiador del futuro.
Querido Antonio Jesús: Tú que, en la vida, fuste un caminante de la historia ya estás en otra historia, en otro camino, en el de las marismas del cielo.
Da recuerdos a los amigos que encuentres...¡BUENOS DÍAS!