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La importancia de las etiquetas de los alimentos: ¿Qué debemos tener en cuenta?

El etiquetado es una herramienta fundamental que permite a los usuarios tomar decisiones informadas y conscientes sobre los alimentos que van a adquirir y consumir

La importancia de las etiquetas de los alimentos: ¿Qué debemos tener en cuenta?

La importancia de las etiquetas de los alimentos: ¿Qué debemos tener en cuenta?

Jaén

Tiempo de lectura: 3'Actualizado 10:02

En la actualidad, la preocupación por una alimentación sana y equilibrada ha adquirido una relevancia fundamental en nuestra sociedad. Cada vez más personas buscan opciones más saludables y nutritivas, mostrando un interés creciente por lo que consumen. En este contexto, la revisión de las etiquetas de los alimentos se ha convertido en una práctica cada vez más común entre los consumidores. En España, 5 de cada 10 consumidores examina siempre las etiquetas antes de comprar, reflejando una tendencia hacia una mayor consciencia alimentaria.

Particularmente, las mujeres lideran esta tendencia, mostrando un especial interés en los ingredientes de los productos que adquieren. Más allá de las propiedades nutritivas, se centran en comprender la composición de los alimentos que consumen. No obstante, entender el etiquetado no es tarea fácil. En ocasiones, la información puede resultar confusa o poco clara, lo que dificulta la toma de decisiones informadas.

Ante esta necesidad, han surgido diversas aplicaciones móviles destinadas a ayudar a los consumidores a evaluar la calidad de los productos mediante sus etiquetas. Aunque prometen ofrecer una visión más clara sobre la salud y el contenido nutricional de los alimentos, su fiabilidad no siempre está garantizada.

La etiqueta representa uno de los medios de control esenciales para garantizar la seguridad alimentaria, y debe cumplir con los estándares establecidos por el Reglamento 1169/2011 sobre la información alimentaria proporcionada al consumidor. Esta normativa establece que la etiqueta debe ser legible, comprensible, indeleble y fácilmente visible.

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La complejidad reside en la interpretación de la información proporcionada en las etiquetas. Los términos técnicos y las diferencias en los sistemas de etiquetado pueden generar confusiones. Por ejemplo, la presencia de grasas trans o azúcares añadidos puede pasar desapercibida si no se está familiarizado con los términos utilizados en la lista de ingredientes.

Además, la etiqueta no debe inducir a error al consumidor ni resultar confusa, especialmente en lo que respecta a las características del producto alimenticio. Es crucial que la etiqueta proporcione información clara y precisa sobre la naturaleza, identidad, cualidades, composición, cantidad, duración, origen o procedencia, así como el modo de fabricación u obtención del producto.

La cantidad de información que se puede incluir en una etiqueta es limitada, lo que dificulta ofrecer una visión completa de la calidad nutricional de un producto. Los consumidores deben tener en cuenta que la etiqueta no siempre refleja aspectos importantes, como los procesos de producción o la calidad de los ingredientes utilizados.

Otro aspecto a tener en cuenta en el etiquetado de alimentos es el idioma en el que se detalla la información. De acuerdo con la normativa, la información obligatoria debe presentarse en un idioma que sea fácilmente comprensible para los consumidores de los países donde se comercializa el alimento. Por lo tanto, en el caso de productos comercializados en España, el etiquetado debe estar redactado, como mínimo, en español.

Es fundamental promover la educación alimentaria para capacitar a los consumidores en la interpretación adecuada de las etiquetas de los alimentos. Comprender conceptos básicos, como los ingredientes a evitar o los nutrientes esenciales, puede ayudar a tomar decisiones más saludables y conscientes.



Toma nota de los siguientes consejos:

  1. Lee la lista de ingredientes: La lista de ingredientes te proporciona información sobre los componentes del producto, y estos se enumeran en orden descendente según su cantidad. Prioriza los productos con ingredientes naturales y reconocibles, y ten cuidado con los aditivos artificiales, como colorantes y conservantes.
  2. Analiza los valores nutricionales: Los valores nutricionales te ofrecen detalles sobre las calorías, grasas, carbohidratos, proteínas y otros nutrientes presentes en el producto. Compara estos valores con tus necesidades dietéticas y elige opciones que sean consistentes con tus objetivos de salud.
  3. Atiende las porciones por envase: Muchas veces los productos contienen múltiples porciones por envase, por lo que es importante prestar atención a las porciones recomendadas. Esto te ayudará a controlar tu ingesta calórica y nutricional de manera más precisa.
  4. Busca sellos de certificación: Algunos alimentos pueden tener sellos de certificación que indican que han sido evaluados y cumplen con ciertos estándares de calidad o sostenibilidad. Algunos ejemplos son los sellos orgánicos o libres de gluten.
  5. Ten en cuenta la fecha de caducidad: Revisa la fecha de caducidad o consumo preferente para asegurarte de que el producto esté fresco y seguro para consumir. Evita comprar productos vencidos o cercanos a su fecha de expiración.
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