Los vemos por la calle. Patrullando las calles de nuestras calles para evitar robos, agresiones y otros delitos. Pero también patrullan las redes. La Guardia Civil no descansa tampoco en internet.

El Brigada Javier Curto lidera el área de delitos contra las personas de la Guardia Civil de Sevilla. Su equipo ciberpatrulla para evitar delitos como el ciberacoso.

¿Cómo actúan esas coberpatrullas? Van de incógnito para que nadie los reconozca y acceden a foros donde hay mucha gente. "Accedemos a foros universitarios como un usuario más, así podemos vigilar conductas fuera de lo normal".

Humillados por sus propios compañeros

Y aunque reconoce que los agresores son escurridizos, "siempre hay algún dato del que tirar para llegar hasta los ciberdelincuentes, que buscan entre sus víctimas a mujeres y niñas."

Y es que estos delitos han incrementado notablemente en los centros escolares, donde hay estudiantes que sufren vejaciones, humillaciones, amenazas o chantajes de otros compañeros. Y fuera de las aulas, también han aumentado los delitos contra la intimidad por parte de otros menores.

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El delito más común en las redes es la ciberviolencia de género. Nos lo cuenta el Brigada Curto, quien nos dice cuáles son los indicadores ante los que debemos alarmarnos: “cuando la víctima se sienta vigilada en internet, y con frecuencia cuando entra en una red, el ciberacosador aparece por casualidad”.

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¿Nuestro hijo sufre ciberacoso?

Su modus operandi es fácilmente reconocible para la víctima, “porque aunque están en las redes sociales que más utilizamos habitualmente, cuando contactan con su víctima, le piden que vayan a otra aplicación que no cuenta con las mismas medidas de seguridad”.

Desde la Guardia Civil, dan un consejo a los usuarios: “para evitar agresiones de este tipo en las redes, hay una regla máxima que nunca falla. No debemos hacer en internet lo que no haríamos en la vida real”.

¿Y qué penas se imponen a estos agresores? Se lo hemos preguntado a Silvia Verdugo, profesora de Derecho Penal de la Universidad San Pablo CEU.

Nos cuenta que “generalmente estas penas son muy bajas, y no suelen superar los dos años de cárcel por un delito de este tipo”. Algo que la abogada Verdugo cree que habría que cambiar.

Más acosos en redes

En los últimos dos años se han multiplicado los incidentes en el ámbito escolar o entre menores relacionado con el bullying o acoso y el grooming o ciberacoso sexual.

Por eso, la Guardia Civil patrulla incansable. No solo en las calles. También en ese mundo infinito que es internet. Aunque no todo el trabajo está en ellos. Nosotros también podemos evitar convertirnos en víctimas de ciberacoso.

En primer lugar, nos piden que seamos muy prudentes con la información que ofrecemos en la red. Y alertan a los más jóvenes: "Si no tomamos las medidas de seguridad apropiadas, seremos vulnerables en las redes, y podremos ser atacados por los ciberdelincuentes".

Por eso recomiendan a los más jóvenes que hagan limpieza de aquellos contactos que les hayan agregado en las redes sociales, y en cuanto a los desconocidos que entren en su Whatsapp, deben directamente bloquearlos.

Ayudar a un amigo

Nieves tenía 20 años cuando se suicidó en Navas de San Juan (Jaén). Llevaba meses sufriendo ciberacoso. Tuvo que ver suplantada su identidad en la redes sociales y el 28 de diciembre de 2021 no pudo más y decidió poner fin a todo.

Aquel día, la sociedad se dio cuenta de las graves consecuencias que puede ocasionar el ciberacoso entre las víctimas. Muchas de ellas sufren ansiedad y depresión ante las continuas agresiones.

El buen uso del móvil es clave para evitar el ciberacoso. La Guardia Civil insiste: "Las fotografías y vídeos que nos hagamos con el móvil, son para uso exclusivo nuestro. No debemos compartirlas en la red. Jamás".

Ante casos de ciberacoso, la Guardia Civil manda un mensaje a los jóvenes que crean que un amigo puede ser víctima de un ciberacoso:"que lo hagan saber de inmediato a los adultos o lo pongan en conocimiento de las Fuerzas de Seguridad".

Para evitar casos de ciberacoso, los agentes piden a los jóvenes que desconfíen siempre y no agreguen a los desconocidos. "De hecho, nunca invitarían a un desconocido a entrar en su casa cuando sus padres salen a cenar y se quedan solos. Entonces, ¿Por qué hacerlo en internet, donde entran millones de personas por segundo?

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