Mujer comprometida con la excelencia profesional y con la profundidad de sentimientos. Amparo Macía González es una jerezana que ha proyectado hacia el exterior su labor creativa en el terreno de la moda flamenca. Pero en ella hay mucho más que trajes y complementos como nexo con la Romería del Rocío. Su fervor hacia la Virgen preside su día a día. Escúchala aquí expresar cómo vive esta cita de cada mayo.

"Soy creyente, además muy mariana", asegura considerando la experiencia de cada primavera "la culminación de la fe, de la hermandad, de la vivencia de todo lo nuestro". "Y, a nivel profesional, el Rocío es el gran escaparate de la moda flamenca" completa en el recuerdo que "antiguamente no se prestaba tanta atención, se trataba de ir cómoda". Todo eso ha cambiado: "Las mejores galas se ven más en Rocío que incluso en la Feria".

Amparo Macía rompe, además, un mito: "Antes no era lo mismo para nada (un traje para la Feria o un traje para El Rocío), ni por el traslado que tenían que hacer en las casas, en el camino, a caballo, a pie; pero ahora la mujer andaluza, y las que vienen de fuera y las imita, no deja de sentirse guapa aunque sea para hacer el camino, aunque sí que habría dos tendencias, el camino y la estancia en la Aldea". "Auténticas maravillas" asegura la creadora de moda haber visto en este segundo caso.

Esposa y madre de tres hijos, asegura que la tradición rociera le llega de familia y que "ir a ver a la Virgen tal y como llegas" es una primera obligación que se impone en El Rocío. Valora mucho "ese recogimiento, ese momento de espiritualidad que se respira" y no duda en considerar a María Santísima en esa devoción de cada Pentecostés "una Virgen milagrosa". "Ver que aquí no pasa nada con la cantidad de criaturas que van a El Rocío, cómo nos movemos" ya lo cree un milagro.

"¡QUÉ MÁGICO!"

Vive su devoción y las relaciones que promueve, como algo muy especial. "¡Qué mágico!" exclama rotunda mientras ofrece una anécdota: "déjame que te cuente la última". "El año pasado, en una casa, me encuentro un compañero tuyo, Javier Benítez, y hablando de moda flamenca terminamos hablando de los Reyes Magos, que yo lo había sido en Jerez la Navidad anterior, y la siguiente vez que nos vemos acababa de ser nombrado él para ésta anterior", explica con el entusiasmo y el brillo en los ojos que desvelara que ve en ello la acción de la Virgen.

Macía ve en la gastronomía un modo especial de establecer estas relaciones en El Rocío: "A mí es que me encanta comer, me encanta el picoteo". Pero el alimento del alma que constituye esa explosición de color en que se convierte cada año la Romería sí que le emociona: "Me enriquece muchísimo porque los diseñadores tenemos nuestra propia identidad, depende de la zona de Andalucía de la que seamos, y cuando yo veo entrar a la Hermandad de Jerez es diferente, y parece mentira con el camino del que vienen".

Bebe los vientos por cuanto supone la Romería y pierde pie recordando buenos momentos: "Hace muchos años estaba en una casa que compartía gente de Los Remedios, estaban José Manuel Soto, Los Morancos, Pareja Obregón, Lombo, yo iba con mi amiga Esperanza de 'Son del sol', gente de Utrera, muúchísimos artistas... Daba gloria". No te pierdas la entrevista, es una invitación a comenzar a vivir la Romería de un modo muy especial.

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