Hoy no habrá almuerzo con los amigos ni sonará el cohete del chupinazo. Huesca se queda sin sus fiestas mayores por el riesgo del coronavirus. La capital oscense se encuentra en fase 2 lo que limita las reuniones a un máximo de 10 personas y los aforos de los bares: el 50% en los locales y el 75% en las terrazas.

Una imagen atípica nunca vista en la ciudad de Huesca, nunca se habían cancelado las fiestas. Así lo explica Bizen D'o Rio, historiador, incluso durante la Guerra Civil, los oscenses tuvieron fiestas. “Precisamente durante el año 36 acababa de empezar, se llevaba un mes de contienda pero los danzantes, en concreto, cuatro, hicieron un cuadro”, explica Bizen. Y San Lorenzo salió a bendecir la ciudad porque, como indica el historiador, “lo que no ha fallado nunca es la procesión”.

Es más, la gripe española tampoco pudo con las fiestas. “En el 1918 no había fiestas, el ayuntamiento dijo que no podía sufragar más que un concierto a la banda de música. El concierto se dió en la Plaza de Navarra y los danzantes acompañados de una gaita, salieron en procesión”, narra.

Tampoco la peste negra logró parar San Lorenzo. “Hay constancia que en 1436, cuando la ciudad está completamente cerrada por la peste, Huesca pierde la mitad de la población. Y sin embargo, dentro de la ciudad, San Lorenzo salió a bendecir a sus gentes”, defiende Bizen y deja claro que por primera vez en la historia, San Lorenzo no va a salir.

Eso sí, mañana día 10 de agosto se celebrará una eucaristía solemne pontifical con el Obispo de la diócesis, Monseñor Julián Ruiz Martorell. Los actos se cancelan pero la fiesta puede celebrarse en casa, con albahaca en los balcones y siendo coherentes con la situación de la pandemia en la provincia. Este 2020 tan atípico, deja una marca imborrable en la historia de las Fiestas de San Lorenzo pero servirá para coger con más fuerza el agosto del año que viene.