A lo mejor lo has sufrido ya en tus propias carnes. La mosca negra campa a sus anchas por la ciudad de Zaragoza y después de un invierno con unos factores favorables para su supervivencia, la población de dicho insecto ha aumentado considerablemente de cara a este próximo verano de 2023.

Ya no solo se nota en las zonas cercanas a la ribera del Ebro. Han ido ganando terreno y en algunos barrios de la ciudad su presencia se está dejando notar para desgracia del viandante. Hablamos de zonas tan céntricas como concurridas como pueden ser la Plaza Aragón, el Paseo Sagasta, pero también en el Parque Grande, en La Almozara o en el barrio del Actur.

¿Cómo podemos prevenir? Es algo sobre lo que hemos preguntado en COPE Zaragoza a Javier Lucientes, profesor emérito del departamento de patología animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza. Por un lado, empleando el clásico antimosquitos. Pero, si vamos más allá, es tan sencillo como elegir la ropa adecuada.

Y es que con un pantalón largo, por ejemplo, evitaremos la picadura de la mosca negra. Este insecto, a diferencia de los mosquitos, no suele atravesar tejidos a la hora de picarnos. No así como el mosquito, que al utilizar una pequeña tompra, sí puede atravesar según qué tejidos. Así, y aunque el calor sea acuciante, con una manga larga evitaremos esa picadura.

¿Y si nos termina picando cómo debemos reaccionar? Pues todo depende también de la persona. Y es que no todos reaccionamos de la misma manera ante la picadura de una mosca negra. En un primer momento, si notamos ese picotado, debemos evitar rascarnos a toda costa, porque eso empeorará las cosas.

Debemos llevar, de la misma manera, un tubo de amoníaco que aplicaremos en la zona de la picadura, para mitigar en lo posible los efectos. Y en el caso de la reacción sea más adversa, acudir a un centro médico donde sus profesionales nos aplicarán el tratamiento oportuno.

Del mismo modo, tenemos que tener precaución y protegernos también la cara con cremas o antimosquitos, ya que su picadura en esta zona es mucho más incómoda y, en caso de una reacción adversa, puede ser mucho más aparatosa a la hora de tratar y, obviamente, más llamativa a nivel de imagen.

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