El ingeniero gijonés Diego Díaz ha presentado, este martes, un dispositivo que permite sacar sangre en casa para remitirla, después, al laboratorio para determinadas pruebas y evitar pasar por el hospital o el centro de salud. Se trata, de momento, de un prototipo "sencillo y manejable, un mecanismo con microagujas ya precargadas, con lo que el usuario solo tiene que liberar ese mecanismo y recoger la muestra sanguínea", ha explicado Díaz.

El proyecto está en una fase muy inicial tras recibir, en 2022, el apoyo económico de la Universidad de Oviedo. Ahora, advierte la profesora de Ingeniería Mecánica de la institución académica asturiana, Rocío Fernández, hace falta el respaldo de la iniciativa privada: "Hace falta el apoyo de una empresa para que pueda ser una realidad; sin él, sin alguien que empuje esta investigación, el proyecto puede morir".

La muestra que obtendría este dispositivo sería muy pequeña, pero suficiente para algunos análisis, como el de glucosa. Además, las pruebas se realizarían sobre la sangre seca por lo que, según ha explicado, en COPE, la profesora Fernández, "podría ir destinado a enfermos que no se pueden traslada o personas mayores, también deportistas, porque para trasladar sangre seca no hace falta un transporte tan exhaustivo como sería con los volúmenes de sangre líquida que nos sacan en los centros de salud".